lunes, 5 de mayo de 2014

CRÍTICA DE LA RAZÓN FILOSÓFICA


CRÍTICA DE LA RAZÓN FILOSÓFICA
(aproximación: buceos y balbuceos…)
Santiago Borda-Malo Echeverri (*)
Dedicatoria:
A los Maestros doctos Carlos Díaz Hernández (en quien he profundizado a Emmanuel Mounier)
y Pablo Guadarrama González (en quien he bebido Pensamiento latinoamericano),
a quienes debo mucho no sólo por sus libros que irradian conocimiento,
sino ante todo por su testimonio personal de amistad, cercanía y amistad.
RESUMEN
Este ensayo-ponencia es un sentido homenaje a tres lumbreras filosóficas europeas: Sören Kierkegaard en el Bicentenario de su nacimiento (1813 / 2013), Albert Camus y Paul Ricoeur en el Centenario de su nacimiento, y a dos no menos refulgentes pensadores colombianos disímiles: Nicolás Gómez Dávila en su Centenario de nacimiento, y Guillermo Hoyos Vásquez en este año de su Pascua… Brota este arduo trabajo de un estudio investigativo de las ideas y mentalidades filosóficas, a partir de la lectura osada y exhaustiva de la valiosa y muy completa Obra intitulada "Historia de la Filosofía" (7 volúmenes, 4.200 páginas, 2010-2011, Editorial San Pablo-UPN), escrita por los connotados autores italianos Giovanni Reale y Dario Antíseri. También es decantación de la lectura meditativa del "Diccionario de Filosofía" de José Ferrater Mora (4 tomos, 3.900 páginas, 2001, Editorial Ariel-Barcelona). Se atreve a ventilar varias falencias y falacias, sofismas y argucias de la mitificada filosofía… Plantea la hipótesis 'ad hoc' (con expresión de Paul Feyerabend) de que la Filosofía en la mayor parte de su itinerario histórico se ha reducido a una fluctuación y/o vaivén o cúmulo de altibajos entre dos polos: ideas idealistas (aquí vale la redundancia) y espiritualistas -por un lado-, e ideas materialistas, por el otro… dejando una minoritaria franja de pensadores con ideas realistas que buscan la ecuanimidad. El balance es preocupante: un canibalismo ideológico (pues la mayoría de los filósofos erige su constructo filosófico en ideología, extremo vicioso que degrada el ejercicio filosófico hasta un vicio solipsista e incluso autista, y muy egocéntrico). El autor propone una "Crítica de la razón violenta" que se traduce en una "Filosofía de la Noviolencia", que colma un vacío y ocupa un lugar significativo en la praxiología, capítulo filosófico que hoy se abre paso como una alternativa filosófica que conjugue teoría y praxis de una manera holística y sinérgica en todas las esferas de la realidad humana. Las conclusiones quedan para que el lector dé su aporte desde la filosofía de su propia vida y existencia.

(*) El autor es un 'niño diferente', que fue monje durante 19 años… Es Especialista en Ética y Magíster en Filosofía Latinoamericana de USTA-Bogotá (Colombia), docente del Departamento de Humanidades de USTA-Tunja desde hace 12 años, y Diácono Permanente de la Arquidiócesis de Tunja. Correo: sanbordae@yahoo.es / sbordamalo@ustatunja.edu.co
PALABRAS CLAVE:
Crítica, razón filosófica, praxiología, prolepsis, razón violenta o disruptiva, noviolencia.


CRITIQUE OF PHILOSOPHIC REASON
(approach: diving and babbling…)

ABSTRACT
This test-paper is a tribute to three European philosophical luminaries: Sören Kierkegaard on the Bicentennial of his birth (1813/2013), Albert Camus and Paul Ricoeur on the centenary of his birth, and two Colombian thinkers no less glittering dissimilar Nicolás Gómez Dávila in his birth centenary, and Guillermo Hoyos Vásquez in this year of Easter ... Sprouts this hard work from a research study of philosophical ideas and mentalities, from bold and thorough reading of the valuable and very complete work entitled "History of Philosophy" (7 volumes, 4.200 pages, 2010-2011 Publisher San Pablo-UPN), written by the renowned Italian author Giovanni Reale and Dario Antiseri. It is also settling meditative reading of "Dictionary of Philosophy" by José Ferrater Mora (4 volumes, 3.900 pages, 2001, Oxford University Press, Barcelona). He dares to vent some flaws and fallacies, fallacies and sophistries of philosophy mythologized ... raises the hypothesis 'ad hoc' (Paul Feyerabend) that philosophy in most of its historical journey has been reduced to a fluctuation and / or jigsaw or cluster of bumps between two poles: idealistic ideas (here worth repeating) and spiritualists-by-side, and materialistic ideas on the other ... leaving a fringe minority of thinkers with realistic ideas seeking equanimity. Balance is worrying ideological cannibalism (as most philosophers erects his philosophical construct ideology, extreme exercise cycle that degrades the philosophical to a vice solipsistic and even autistic, and very egocentric). The author proposes a "Critics of violent reason" which translates into a "Philosophy of Nonviolence", which fills a void and occupies a significant place in the praxiology, philosophical chapter now opens up as an alternative that combines philosophical theory and practice in a holistic and synergistic in all spheres of human reality. The conclusions are left to the reader to give their input on the philosophy of his own life and existence.

KEYWORDS:

Critique, philosophical reason, praxiology, prolepsis, violento or disruptive reason, nonviolence.

INDUCCIÓN
"¡Sólo sé que nada sé! (…)
¡Hombre: conócete a ti mismo!"
(Oráculo de Delfos re-creado por Sócrates)

A decir verdad, en nuestra época contemporánea –a partir de las célebres Obras de Emmanuel Kant: “Crítica de la Razón pura” y “Crítica de la Razón práctica”-, han surgido muchas ‘Críticas de la Razón’...[1] Y, a juzgar por sus serios autores, no por afán de plagio o simple esnobismo sino porque urge cuestionar todo tipo de ‘razones’ -máxime en nuestro tiempo prolífico en muy dispares tipos de racionalidad, algunas de ellas de nefastas consecuencias-, nos dimos a la tarea de escribir esta “Crítica de la razón filosófica”, que creemos colma un vacío percibido por muchos.

Muy pertinentes y relevantes –a modo de Estado del Arte- han sido Obras como “Crítica de la Razón histórica”, de Wilhelm Dilthey (1883); posteriormente, Jean Paul Sartre escribió su “Crítica de la Razón dialéctica” (1960); más adelante, adquirirá cuerpo y verá la luz “Crítica de la Razón instrumental” de Max Horkheimer (‘Zur Kritik der instrumentellen Vernunft’, 1967, al comienzo intitulada “El eclipse de la Razón”, 1947). Hasta aquí, se trata de un tríptico de grandes pensadores contemporáneos que llenaron lagunas filosóficas respecto de la historicidad, de la instrumentalidad de la razón científico-tecnológica y de la razón socialista con sus complejas cuestiones de método, emergentes en el convulsionado siglo XX. Theodor Adorno y Herbert Marcuse, complementando estas posiciones, criticarán –respectivamente- una ‘razón identificante’ y ‘unidimensional’ que desconoce otras facetas del ser humano (Cf. “El hombre unidimensional”)... En suma, los tres filósofos mencionados de la Escuela crítico-social o socio-crítica de Frankfurt constituyen “La Crítica de la Razón alienada de la sociedad industrial”. Por su parte, Walter Benjamin -el menos nombrado de los filósofos de esta relevante Escuela, suicidado muy joven en 1940-, dejó un significativo libro: 'Zur Kritik der Gewalt' (= "Crítica de la violencia"), que aparecerá póstumamente (hasta 1967), en que se atreve a cuestionar el 'Estado de derecho' y la 'razón de Estado' y todo su poder coercitivo, experimentado por él a través de la desalmada persecución nazi que lo empujó al desenlace tan trágico de su vida.

Posteriormente, han irrumpido otros enfoques no menos interesantes y plausibles: “Crítica de la Razón científica” de Kurt Hübner (1981) y otra del mismo título de Fernando Mires (2002); “Crítica de la Razón simbólica: La revolución en la Filosofía” de Eduardo Nicol (1982); “Crítica de la Razón cínica” de Peter Sloterdijk (1983); “Crítica de la Razón política” del controvertido Regis Debray (1983); “Crítica de la Razón periodística: un análisis desde la teoría general de la información” de Javier del Rey Morato (1988); “Crítica de la Razón poética” de Eduardo López Morales (1989) y también antes el mismo tema tratado por María Zambrano; “Crítica de la Razón teológica y el destino trágico de Galileo” de Vicente Sanfélix Vidarte (1994); “Crítica de la Razón expansiva: radiografía de la sociedad tecnológica” de María J. Regnasco (1995)... Más recientemente, apareció “Crítica de la Razón informática” de Tomás Maldonado (1998); “Crítica de la Razón tecno-científica” de Eugenio Moya Cantero (1998) y “Crítica de la Razón latinoamericana” del filósofo colombiano Santiago Castro-Gómez (1997)... En 1999 fue publicada "Crítica de la razón arrogante" de Carlos Pereda, e incluso ha visto la luz “Crítica de la Razón árabe: Nueva visión sobre el legado filosófico andalusí” de Mohammed Abed Al Yabri (2001).

En el último bienio, hemos tenido la última edición de “Crítica de la Razón utópica” del germano-costarricense Franz Hinkelammert (2002); “Crítica de la Razón sexual” de Ignacio Castro Rey (2002); “Crítica de la Razón indolente: contra el desperdicio de la experiencia y para un nuevo sentido común” del portugués Santos Boaventura de Sousa (2003, Obra del ámbito del Derecho); “Crítica de la Razón lúdica” de Cristóbal Holzapfel (2003)... Y hay más todavía: “Crítica de la Razón escéptica: Discurso posmoderno” de Rigoberto Lanz; “Crítica de la Razón axiológica” de Robert S. Hartman... “Crítica de la Razón jurídica” (que aparece como anónima en una de las mencionadas base de datos)... Últimamente, he sabido de la Obra “Crítica de la Razón afectiva”, por Robert Muzil. Y, como si fuera poco, Jürgen Habermas ha escrito “Crítica de la Razón funcionalista”, además de “Conocimiento e interés”, dos obras que constituyen una suerte de “Crítica de la Razón interesada”, de cara a “la sociedad capitalista avanzada”.[2] En 1977, el autor argentino Armando Alonso Piñeiro publica “Crítica de la razón violenta”. Yo he retomado este tema -circunscrito al filósofo neo-tomista italo-francés Joseph Jean Lanza del Vasto (2012), realzando una propuesta socialista cristiano-gandhiana.

Recientemente, se han añadido "Crítica de la razón postmoderna" de José Luis Rodríguez García, e incluso "Crítica de la razón gastronómica" de Javier Pérez Escohotado… Y no ha faltado el irreverente -y hasta profético- que ha parodiado a E. Kant: "Crítica de la razón puta"…

En fin, hemos contabilizado, pues, 32 Obras de Crítica de la Razón en muchas de sus facetas y sesgos antiguos y actuales: desde la historia y la dialéctica, hasta la ciencia y la tecnología, la política, la teología y la cibernética, la semiótica y el periodismo, la posmodernidad, la axiología, la utopía, la sexualidad y el problema de género... La lúdica, la indolencia actual y el cinismo, los intereses técnico, práctico-pragmático y emancipatorio, e incluso el pensamiento latinoamericano –que continúa vigente y hoy parece reactivarse- y el islamismo, la posmodernidad y la gastronomía... De hecho, ¡todo cabe en una 'Crítica de la Razón'!
Empero, hemos descubierto una constante –dentro de tantas variables temáticas y disciplinarias- que podría ser hilo conductor en nuestro abordaje de una nueva ‘Crítica de la Razón filosófica’, que plantea la hipótesis de que la Filosofía en la mayor parte de su itinerario histórico se ha reducido a una fluctuación y/o vaivén o cúmulo de altibajos entre dos polos: ideas idealistas (aquí vale la redundancia) y espiritualistas -por un lado-, e ideas materialistas, por el otro… dejando una minoritaria franja de pensadores con ideas realistas que buscan la ecuanimidad. El balance es preocupante: un canibalismo ideológico muy lejano a la 'disputatio' tomista o al sano debate académico (pues la mayoría de los filósofos erige su constructo filosófico en ideología, extremo vicioso que degrada el ejercicio filosófico hasta un vicio solipsista e incluso autista, y muy egocéntrico).

En efecto, una aproximación al complejo universo de la racionalidad filosófica humana (¡acaso algunos animales a veces son más racionales que el ser humano!, dicho sea de paso) permite constatar que las más de las veces las ideas-fuerza individualistas y sus frutos –las Mentalidades colectivas- han desembocado casi inevitablemente en la violencia y la barbarie... Cuando se convierten en ideologías (y la mayor parte de las ideas filosóficas han degenerado en absolutismos o totalitarismos de derecha o izquierda –a cual más intolerantes- al permearse por la política partidista y la economía, e incluso por la religión y el arte)... Nada ha escapado a la racionalidad beligerante, belicosa. Tal es nuestra hipótesis de trabajo por demostrar y sobre todo mostrar, apoyados en los mencionados autores.

En este orden de ideas, nos proponemos evidenciar que la violencia constituye el Pecado Original de nuestra civilización humana (es decir, la tendencia a violar y violentarlo todo...), a partir de un ‘Error categorial cognitivo’ que trastocó el Árbol del Conocimiento (la Sabiduría primigenia y prístina) y ahora atenta sin miramientos contra el Árbol de la Vida (mediante la biotecnología, megatendencia del naciente siglo XXI). La propuesta que quedará en pie –más allá de la primera parte descriptiva de nuestro empeño- será la de la 'Crítica de la Razón violenta (disruptiva) y proyecto de una Racionalidad noviolenta'[3], vital como antídoto contra esa caduca racionalidad tanática y autodestructiva en que estamos obstinados hoy, máxime en un nefasto contexto de capitalismo neoliberal globalizado y excluyente, de pseudo-multiculturalismo que ha terminado por ser un ‘pensamiento único’ neo-imperialista y colonialista. Urge el paso perentorio –como no pocos y desde muchas vertientes lo han propuesto (valga recalcar a Eric Weil, discípulo del gran Alexandre Koyré)-, a una razón vital, esto es, de una ‘ratio’ rasa y asfixiante al ‘Logos’ integral (recordamos el valioso 'Raciovitalismo' de la Escuela de Madrid, con José Ortega y Gasset, Manuel García Morente, Xavier Zubiri, Julián Marías y María Zambrano, a la cabeza). En todo este discurso se inserta nuestra alternativa –a modo de énfasis válido-, aunque en una clara perspectiva ‘situada’ latinoamericana y colombiana.

He aquí entonces el puntual PLANTEAMIENTO DE NUESTRO PROBLEMA objeto de esta investigación documental, a la luz de la Vida y Obra de Lanza del Vasto:
- ¿Por qué la razón filosófica se ha caracterizado a lo largo de su historia por una 'racionalidad disruptiva', que degenera casi siempre en un canibalismo ideológico? (Reale-Antíserri, 2010-2011)

HISTORIA DE LAS IDEAS Y MENTALIDADES FILOSÓFICAS

La mencionada magna Obra que abordamos  consta de 7 gruesos volúmenes, divididos en 42 partes temáticas y 121 capítulos. No pretendemos elaborar una 'Historia de ideas y mentalidad' con todo el rigor historiográfico, sino simplemente resaltar las 'ideas-fuerza' de autores paradigmáticos, que luego generan y desencadenan 'mentalidades' colectivas muy fluctuantes y contradictorias (entre los polos idealista y materialista), que a su vez jalonan todas las épocas históricas hasta erigirse en ideologías o ideas convertidas en ídolos más que ideales, causando inmensos estragos en la Humanidad (Marquínez, 1996). Tal es nuestra 'hipótesis ad hoc' (suposición que persigue un fin determinado, que conviene a tal objeto) con palabras del epistemólogo anárquico Paul Feyerabend. De ahí que la 'razón violenta' sea su trasfondo y constante, y se perciba la necesidad apremiante de postular una 'Filosofía de la Noviolencia'.

Los connotados autores italianos consideran que la filosofía oriental no debe tenerse en cuenta, actitud que nos parece un tanto arrogante de parte de los occidentales, si tenemos en cuenta pensadores como Lao-Tsé y Confucio en China; los Vedas, Shankara y Buda en India. En efecto, se limitan a afirmar que "la filosofía es creación del genio helénico" y "la imposibilidad de que ella derive de Oriente" (V.1, 2010: 15-16). La designan 'sabiduría oriental', que a nuestro modo de ver supera no pocas veces -y con creces- la filosofía como ejercicio solamente racional. Recordamos que Enrique Dussel al historiar la Ética mundial enaltece la Filosofía Oriental (indoeuropea), más allá del 'helenocentrismo' (1998: 24 ss.).

1. FILOSOFÍA PAGANA ANTIGUA
Este volumen consta de 17 capítulos. Nos situamos en los orígenes griegos (V.1, 2010: 13). Desfilan los eleatas, pluralistas y eclécticos, los naturalistas o filósofos de la 'Physis', entre quienes descuellan Heráclito con su 'Panta Rhei' (= 'Todo fluye'), la armonía de los contrarios o proto-dialéctica y el devenir. Fuego e inteligencia o 'Logos' se fusionan en él. Me impresionó sobremanera este sabio aforismo de él: "Me he investigado a mí mismo" (citado por el hoy marginado Nicola Abbagnano, 1901-1990, existencialismo cristiano, historiador de la filosofía y la pedagogía, 2005), en tiempos actuales del 'boom' de la investigación, que en verdad podría denominarse más 'exvestigación' que se vuelca hacia los fenómenos y poco a la introversión, tan necesaria en la auténtica Filosofía…

Aparece Pitágoras (a quien se atribuye el modesto término 'filósofo' = 'amante del saber' o aprendiz de sabio) profundiza en el número como cifra de las cosas y su Orfismo de raíces orientales que incluían la creencia en la reencarnación. Luego, irrumpen los atomistas Leucipo y Demócrito. Después de estos cosmólogos presenciamos el viraje hacia la antropología: "El descubrimiento del Hombre" con la Sofística ('sofos' = 'sabio'), corriente que presumía de sabihonda y diluye el 'Logos' entendido como articulación de Pensamiento-Palabra-Acción en simple retórica vulgarizadora, mercenaria y demagógica… Protágoras y su ambivalente frase: "El hombre es la medida de todas las cosas", Hipias, Gorgias y Pródico…¡Corriente parecida a la locuaz 'politiquería' e incluso al pseudoacademicismo actual! 

Llega entonces la Edad de Oro helénica con Sócrates y "la fundación de la filosofía moral occidental" (2010: 146-190), Maestro y mártir de su verdad sin pretensiones de escritor, testigo insobornable con su 'gnothi seauton' (= 'conócete a ti mismo') y su humildad visceral: 'Sólo sé que nada sé', nunca interpretable como una 'frase de cajón'…Siempre él marcará un hito en la auténtica filosofía: "¡Una vida que no se interioriza no merece la pena vivirse!" Resaltamos su sabia y clásica "ironía", a la cual adherimos asumiendo las consecuencias salomónicas de tanta vanidad y banalidad del actual 'hombre light':
El que pretende no saber es quien más sabe y, por el contrario, quien alardea de saber, termina no sabiendo nada (…) El modo de ser de la santidad que niega este mundo falaz en virtud de Otro posible por el cual se sacrifica. No se trata de la desdeñosa y corrosiva sino que el mundo actual no merece la seriedad que algunos ponen en él; es la 'ironía reveladora' hoy neo-socrática, toda una forma de vida y existencia que relativiza los pseudo-valores actuales (Ferrater, 2001: 1903-1905).

Platón, el discípulo socrático por excelencia y antonomasia, con su auténtica 'Academia' representa "el horizonte de la Metafísica" (2010: 205-285) y es el descubridor de la hermenéutica o arte filosófico de la interpretación. Es preciso realzar su poco profundizada "segunda navegación" o descubrimiento meta-físico del mundo suprasensible, más allá de su reprochado dualismo del idealista 'Mundo de las Ideas'… Y exaltar sus cuatro Virtudes cardinales o morales (de carácter 'antropo-ético' en él), hoy en vías de extinción: 'Phrónesis' o prudencia, 'Andreía' o fortaleza moral, 'Sophrosyne' o moderación, y su sumatoria de 'Dikaios' o Justicia, perfección en sentido profundo más que equidad distributiva. Tan significativas que quedaron incorporadas a la sagrada Biblia en el Antiguo Testamento, y pasarán como pilar a la Teología moral cristiano-católica:
"¿Amas la Justicia? Las virtudes son sus empeños, pues la Sabiduría enseña la Moderación y la Prudencia, la Justicia y la Fortaleza moral: lo más provechoso para el Hombre en la vida". (Libro deuterocanónico de la Sabiduría 8:7)

'El divino Platón' con razón lo denominaron, de polo a Cielo pero también a suelo con su "República", y con errores como los que le reprochará Karl Popper…Soñará con el 'político-filósofo' que -yo creo y lo puedo sustentar- sólo encarnará Mahatma Gandhi en el siglo XX. Aparece su realista discípulo Aristóteles con su 'Liceo' y 'Peripato' (arte de caminar pensando) significa la interdisciplinariedad holística y sinérgica que hoy volvemos a buscar más como una moda que como la apremiante Sabiduría (2010: 287-377). Y se completa la sucesión discipular de tres colosos (trípode o trilogía) del pensamiento humano, caso único en la historia de las ideas filosóficas.

Y empieza la Edad helenística con sus escuelas antagónicas (2010: 381-591): El tergiversado 'Cinismo' de Diógenes de Sínope y sus inmortales y emblemáticas anécdotas con Alejandro Magno ("¡Sólo espero de usted que se quite para que me alumbre el sol!"), y su salida en pleno mediodía -candil en mano-: "¡Busco un Hombre auténtico!" El Estoicismo naciente con Zenón de Citio y su válida búsqueda de la virtud voluntariosa… El Escepticismo  con el relativista Pirrón de Elis y el Eclecticismo con su afán pluralista, donde sobresale Marco Tulio Cicerón, mártir a su manera y replicando a Sócrates -guardadas proporciones-, aunque más como abogado con implicaciones filosóficas diversas ('Pensamientos', 1957). Llega después un Neoescepticismo con Séneca y su suicidio de indignación ética ante Nerón, Epicteto, el del 'Arte de vivir y Manual de vida' (ágrafo como Sócrates y el Señor Jesucristo: porque quizás callar y vivir es mejor que inflar el ego escribiendo, y 'llover sobre mojado'…/ 1995 y sus 'Pláticas' o 'Diatribas', 1958). Probable conocedor de san Pablo en Hierápolis ('ciudad santa'), gran maestro que enseñaba gratis en su casa de puertas abiertas, y pensador praxiológico con su díptico ético que hoy no se enseña: 'proairesis' o discernimiento proléptico, sapiencial e intuitivo (pre-elección o pre-decisión moral con sus consecuencias), y 'diairesis' o distinción entre lo endógeno que podemos cambiar y lo exógeno incambiable que es preciso aceptar serenamente. Y el emperador Marco Aurelio, quizás quien encarnó de alguna manera el sueño platónico del 'filósofo-político' con sus "Pensamientos o Meditaciones" (1995), admirables aforismos desde el corrupto poder, pero salpicada de 'razón violenta'… ¡Porque absurda y paradójicamente sacrificó a san Justino, el primer filósofo cristiano, colega incluso valorador del estoicismo que le había dedicado una de sus 'Apologías'!

Y llegan también el Neoescepticismo, el Neoaristotelismo e incluso un Platonismo medio; y retoñan el Neopitagorismo y el influjo del 'Corpus Hermeticum' y los esotéricos oráculos caldeos… Y triunfa el Neoplatonismo (porque el hombre siempre lleva un 'Quijote' adentro) con Plotino y su sabio culto a 'el Uno', que influirá tanto en san Agustín de Hipona. Pero llega la decadencia helénica entre tanto imperialismo y guerras… Y también hay que nombrar a Ptolomeo y Galeno con sus aportes científicos y médicos.

2. PATRÍSTICA Y ESCOLÁSTICA
Este volumen 2 comprende 18 capítulos: empiezan planteando la "revolución espiritual del mensaje bíblico" (V. 2, 2011: 7-37). Efectivamente, el Señor Jesucristo parte en dos la historia sin ser un filósofo convencional, sino más bien la Sabiduría Encarnada y crucificada por la razón violenta humana… Supra-filosofía de noviolencia que convence, me atrevo a re-nombrarla, aportándole a G. Reale y D. Antíseri. ¿Qué decir de san Pablo de Tarso y su "talento y talante filosóficos" (Borda-Malo, 2008, recordando el Bimilenio de su Nacimiento)? Admira su irrupción en el Areópago de Atenas, entre soberbios estoicos y epicúreos, testificando a Jesucristo Resucitado (Hechos de los Apóstoles 17), sin miramientos humanos, como el 'Pleroma' o Plenitud griega con admirable 'Parresía' o suma Verdad martirial que supera elucubraciones y malabarismos conceptuales…

Aquí es ineludible recalcar el lunar de Hipatía (Ferrater, 2001: 1643, que omiten Reale y Antíseri), primera filósofa oficial de origen pagano -impresionante sabia y científica de la época-, acusada de brujería y teúrgia (Ferrater, 2001: 3489-3490: creencia esotérica en la posibilidad de que los dioses y demonios influyan sobre los fenómenos naturales), y martirizada por los cristianos fanáticos de la época (año 415), al parecer con serios indicios de la complicidad de san Cirilo de Alejandría (Deschner, 1993, v. 4: 245, 266 / Cf. René Girard: "La violencia y lo sagrado", 2005)… ¡Oh monstruosidad de la razón bárbara 'cristiana'! Es plausible citar -al respecto- la colosal Obra del estudioso alemán Karlheinz Deschner intitulada "Historia criminal del Cristianismo" (1990-2013), fruto de más de 30 años de sólida investigación filosófico-teológica, aunque con puntos vulnerables, que debiera hacernos pensar mucho a todos los cristianos, tan tergiversadores del mensaje primigenio del Señor Jesucristo (¡Ver Papas como san Dámaso involucrados en asesinatos, o la actitud falsaria de todo un san Jerónimo, el caso de san Hipólito peleándose con san Calixto, y de qué manera! Flagrantes escándalos de grueso calibre… y nunca esclarecidos por los historiadores, ajenos a toda objetividad y autocrítica eclesial)…

Luego tenemos la Patrística griega (de rica índole oriental / 2011: 39-106) y el encuentro entre Fe y razón desde Filón de Alejandría, pasando por los llamados Padres Apostólicos (valga la pena citar a san Ignacio de Antioquía y sus 7 cartas camino del martirio que relativizan toda 'filosofía humana'), san Ireneo y san Policarpo -discípulo de san Juan Evangelista-, y luego los Apologistas griegos -defensores argumentativos de la fe cristiana: el mencionado san Justino con su 'Cristo-Logos' y Tertuliano con su controvertido y abusado, pero no profundizado 'Credo quia absurdum' (= 'Creo porque es absurdo' / Ferrater, 2001: 721)…Y es preciso citar a la Escuela catequética de Alejandría y su 'mistagogía' o iniciación en los Misterios cristianos, que por desgracia hoy está en vías de extinción en la Iglesia… ¿Qué decir del inmortal e hiperbólico Orígenes, auténtico Padre de la Iglesia relegado por sus ideas sincréticas pero geniales, y su 'apocatástasis' o consumación de todo (el citado 'Pleroma' paulino: "Dios todo en todos" de I Corintios 15:28)…

En este contexto se sitúan los tres 'Padres Capadocios', colosales lumbreras del cristianismo antiguo: san Gregorio de Nisa, san Basilio de Cesarea y san Gregorio de Nacianzo. Y también son mencionables el silenciado san Juan Crisóstomo (= 'boca de oro') y san Juan Damasceno. Estos Padres de la Iglesia conjugaron santidad, contemplación monástica, predicación y espíritu misionero, sólida intelectualidad y filosófica, escritura copiosa e incluso el martirio…

Enseguida llega la Patrística Latina (más occidental y accidental / 2011: 107-182) con lumbreras como san Jerónimo -el traductor de la Biblia 'Vulgata' en latín-, el mistagógico san Ambrosio, y san Agustín, con su desconocida 'tercera navegación' (parecida a la de Platón pero ya en clave cristiana, salto epistemológico hacia la Sabiduría), verdadero círculo hermenéutico entre razón y Fe. Su valiosa iluminación supra-filosófica -tachada irónicamente como 'iluminismo agustiniano' marca un hito: sus viscerales "Confesiones" y su "De civitate Dei" (= 'Ciudad de Dios'). Pero, en este contexto, con el respeto al rigor de los autores de esta "Historia de la Filosofía", me atrevo a citar el texto "Vita brevis" (Epistolario de Floria Emilia y Aurelio Agustín, 1997) de Jostein Gaarder (autor de "El mundo de Sofía", 1994). Se trata del denominado 'Codex Floriae', una colección de 10 cartas de la amante de san Agustín que, sea auténtica o apócrifa, sería muy significativa para cuestionar la actitud del santo en sus 'Confesiones', al nunca citar siquiera a la mujer con quien compartió cerca de 13 años de convivencia conyugal, hasta 2 años antes de su bautismo, no obstante que insistía tanto el santo en 'la brevedad de la vida' ('vita brevis')… Relación duradera de la que brotó el don de un hijo -Adeodato, que traduce 'no don de Dios', ¿acaso un hijo puede ser un simple error?-, pero que contó con la consiguiente repulsa de su madre santa Mónica, quien da a entender que su hijo merecía 'un mejor partido'…Muy probablemente, Floria Emilia sería una mujer muy inteligente, al estilo de Eloísa, la amante de Abelardo. Una falla de omisión que, claro está, tampoco demuele el edificio espiritual del Padre de la Iglesia, pero sí evidencia un dualismo neo-platónico y todavía maniqueo que mucho daño le ha hecho hasta hoy a la Iglesia con respecto al amor humano.

Ahora bien, en cuanto a cuestionables ideas agustinianas (como que considerara el mensaje de las Bienaventuranzas evangélicas / san Mateo 5-7 / como algo privado y no aplicable en los ámbitos sociales y políticos), afirma el filósofo y militante noviolento francés Jean-Marie Muller:
Desde san Agustín, sólo algunos cristianos aislados pensaron que el principio de 'legítima defensa' -que en adelante serviría  para justificar la violencia defensiva-, no podría acomodarse al Evangelio, que enseñaba 'tender la otra mejilla y no devolver mal por mal'. Su razonamiento puede esquematizarse así: el hombre no tiene derecho a matar, luego tampoco tiene derecho a matar para defenderse (…) El error de los cristianos fue pensar con san Agustín que, desde que debían asumir responsabilidades políticas, debían renunciar a vivir según las exigencias del Sermón de la Montaña (…) ¡Pareciera que la Iglesia demasiadas veces ha dado la espalda al Dios noviolento para postrarse ante falsos dioses, muy particularmente ante el falso dios de la violencia! Con la aparente 'conversión' del emperador Constantino, la Bestia fue bautizada pero no convertida. No fue tanto la Iglesia la que conquistó al Imperio Romano, sino el imperio el que conquistó a la Iglesia.   (Muller, 1973: 52, 108, 121 y 132 / 2004).

De hecho, san Agustín fue uno de los primeros pensadores cristianos en reconocer al Estado el 'derecho de hacer la guerra misericordiosamente' y en permitir a los cristianos participar en ella (Cf. Cartas 133, 138, 143 y 153, años 412-414).

Tras el paso de pensadores como el joven mártir filósofo Severino Boecio (siglo VI) y su "Consolación de la Filosofía", y la primera definición embrionaria de persona: "sustancia individual de naturaleza racional", aparece la Escolástica (de 'scola' = escuela) en el polémico Medioevo (2011: 183-489): brotaron las escuelas catedralicias, monacales y palatinas, que practicaban las 7 artes liberales ('trivium' y 'quadrivium') y darán lugar a las futuras universidades, en tiempos de Alcuino y Joaquín de Fiore.

Uno no entiende cómo no destacan los historiadores filosóficos la figura de Hildegard von Bingen (o de Eibingen, 1098-1179, omitida por Reale-Antíseri y por Ferrater), como la primera filósofa cristiana: Monja benedictina, escritora, médica, predicadora profética que corrigió incluso obispos, y además investigadora científica y botánica al estilo de la mencionada Hipatía (Gaarder, 1995: 226-227, 362-363). Con mucha razón -pero tras un milenio-, ha sido declarada recientemente por el Papa alemán Benedicto XVI como la IV Doctora de la Iglesia. ¡Qué machismo!

Llega la Alta Edad Media (siglos XI-XII) con el monje benedictino san Anselmo y su 'argumento ontológico', que fusionaba razón y fe. Aparece en escena el Maestro laico Pedro Abelardo con sus disquisiciones sobre los conceptos universales y su posición filosófica en contra de san Bernardo de Claraval, su idilio con su brillante alumna Eloísa, su hijo clandestino Astrolabio y la venganza del tío de la aprendiza de filósofa y amante, el canónigo Fulberto, quien sanguinariamente lo manda castrar, sumiéndolo en una depresión infame… La pareja eternamente enamorada física, intelectual e incluso espiritualmente, terminan en sendos monasterios cruzándose 12 inmortales cartas (1993) que suscitan mucha reflexión sobre la Iglesia medieval y su hipócrita 'razón violenta' tan repudiable. Son enterrados en la misma tumba, convirtiéndose en una especie de patronos de los enamorados…

Son dignas de mención las famosas Escuelas filosóficas de Chartres y San Víctor, con Pedro Lombardo y sus célebres 'Sentencias', y con Juan de Salisbury; las 'Sentencias' fueron texto obligado de todos los maestros medievales. Pero, asimismo, aflora el feudalismo y sus lastres de cristiandad constantiniana represiva y sus nefastas secuelas de Cruzadas y guerras de religión… No obstante, se sienten los aportes de las filosofías árabe y judía (completando las de los tres monoteísmos), con la difusión de la Obra de Aristóteles como referente realista de la época, en cabeza de Avicena y Averroes, y luego la fusión con el cristianismo a través de santo Tomás de Aquino. A éste le precede el sabio interdisciplinario san Alberto Magno, pero es el Aquinate quien plenifica a su Maestro con "la gran Síntesis o Summa de Teología", que implica de hecho "filosofar en la Fe". Empero, no sabemos si el "Doctor Angélico" cristianizó a Aristóteles o aristotelizó el cristianismo, si bien nos inclinamos más por la primera opción.

Cabe una acotación o digresión sobre el pensamiento tomista: El colosal Aquinate en su 'Summa Theologica' (II-II, q. 40, a. 1-2 y q. 108, a. 1) osa afirmar arbitrariamente que el mandato de Jesucristo a san Pedro de 'meter la espada en la vaina', es sólo aplicable "a Obispos y presbíteros (…) Todo lo que es contrario a un precepto divino es pecado, pero hacer la guerra no siempre es contrario a un precepto divino, como es el caso del tiranicidio" (Cf. 'Opúsculo sobre el gobierno de los príncipes' / Muller, 1973: 99). Curiosamente, el 'Doctor veritatis' pone las bases no sólo del ambiguo principio de 'legítima defensa' sino del principio de 'guerra justa', entrando a definir la casuística en que la guerra es válida… (Muller, 1973: 106-107) ¡Tan flagrante como cuestionable retoque de la enseñanza primigenia de Jesucristo! Son criterios (concesiones e incluso claudicaciones) de una constantiniana mentalidad feudal de cristiandad medieval que justificó la posterior 'guerra santa' de las Cruzadas y la aberrante futura Inquisición… y sentó las bases de la Escuela de Salamanca, en que el dominico Francisco de Vitoria y el jesuita Francisco Suárez desarrollarán el tan controvertible como vulnerable tópico de los tres momentos: el 'ius ad bellum' (la justicia del recurso a la guerra), el 'ius in bello' (la justificación en los procedimientos de la guerra) y el 'ius postbellum' o justicia en la culminación de la guerra (Borda-Malo, 2001 y 2012: 26-27). ¡Todo lo cual no es muy 'bello' que digamos! No obstante o sí obstante, nos inclinamos a considerar la validez de la silenciada hipótesis de Dante Aligheri en su "Divina Comedia" ('Purgatorio' XX, 67) sobre el martirio de santo Tomás, envenenado por querer denunciar escándalos eclesiales de su época (por parte de un tal cónsul Carlos)… ¿Acaso otra víctima de la ostracista 'razón violenta' medieval, pues fue incomprendido, marginado y vetado en vida, y sólo póstumamente enaltecido en la Iglesia? Pocos intentan esclarecer este enigma.

No podemos dejar de nombrar -como la gran luminaria de la Iglesia-, al 'Poverello de Asís', 'el Cristo de la Edad Media', san Francisco de Asís, el de la 'Plegaria Simple' ('Hazme un instrumento de tu paz') y la "Sabiduría de un pobre" (1975), que rompió todos los 'ismos' filosóficos de la época, relativizando todas las disertaciones racionalistas y renovando a la Iglesia oscurantista medieval. De su tronco brota san Buenaventura ('doctor seráfico') y su sabiduría franciscana que invierte el 'conocer para amar' tomista en 'amar para conocer' (no incompatibles sino complementarios, pero por caminos muy dispares)… Con palabras de Gaston Bachelard, auténtico 'salto epistemológico' sin precedentes. Averroísmo latino, neo-agustinismo y filosofía experimental son matices de pensadores epocales como Siger de Brabante (anti-tomista asesinado por su mismo amanuense) y Duns Scoto, el místico franciscano. ¡Continuaba el canibalismo ideológico de las corrientes! Asistimos entonces a la decadencia medieval (siglo XIV) con el franciscano Guillermo de Ockham y su Nominalismo y su famosa 'navaja'… Es la crisis de la trillada Escolástica, cuyo método de 'lectio-quaestio-disputatio-determinatio-conclussio' planteaba una solidez que hasta hoy nos cuestiona. Pero es evidente el primado político en este declive medieval. Por se abre paso la Reforma con Martín Lutero y seguidores como Juan Wyclef y Juan Huss, fenómeno que tiene innegables implicaciones filosóficas. Sin embargo o con embargo, florece en este tiempo un caso 'sui generis' como el dominico Maestro Eckhart, con su mística especulativa alemana -enjuiciada como panteísta- que resquebrajaba la especulación escolástica.

A todas luces, no menos realce que san Francisco de Asís merece -rompiendo machistas esquemas eclesiales- santa Catalina de Siena, un fenómeno de inteligencia siendo casi analfabeta, quien dictaba sus elevaciones teológicas de implicaciones filosóficas a un amanuense, en virtud de una 'ciencia infusa' o supra-sabiduría que la empujó incluso a corregir al Papa y anti-papa de la época, cuando el recordado cisma de Avignon (Borda-Malo, 2001: 70).

3. DEL HUMANISMO A RENÉ DESCARTES
El volumen 3 presenta 15 capítulos, que comienzan por relievar -fenómeno curioso- el influjo de Profetas y Magos orientales y paganos: Hermes Trismegisto, Zoroastro y Orfeo. Estudiosos como Kristeller, Garin, Burckhardt y Burdach lanzan sus conjeturas sobre este tránsito hacia el ambiguo Renacimiento (V. 3, 2010: 7-148). Afloran problemas morales y brotes de neo-epicureísmo renacentista (los autores italianos resaltan a Bruni, Bracciolini, Alberti y Valla en el entorno italiano).Y el Neoplatonismo retorna con doctos bizantinos del siglo XV. Tenemos a Nicolás de Cusa: "El hombre como microcosmos y la 'docta ignorancia' ", tópico este que se remontaba a san Agustín. Siendo clérigo se libró de la excomunión quizás por su empoderamiento privilegiado. ¡Qué fluctuaciones tan recurrentes en la historia humana… altibajos y vaivenes incesantes!

Emergen los primeros humanistas: Marsilio Ficino (quien veía al alma humana como 'copula mundi'), Pico della Mirandola y Francesco Patrizi, con su sincretismo o mezcla confusa de platonismo, aristotelismo, cábala y religión. Hay lugar para el neo-escepticismo con Pedro Pomponazzi y su visión de la inmortalidad del alma. Michel de Montaigne con sus famosos 'Ensayos' realza un escéptico "filosofar como aprender a morir". Erasmo de Rotterdam con su "Elogio de la locura"  estigmatiza la tan recurrente estulticia humana, postulando la 'Philosophia Christi'. Paralelamente, se consolida la Reforma se consolida con Lutero, Ulrich Zwinglio y Calvino en Ginebra. Éste abusa de ideas como la predestinación y cae en la misma intolerancia católica que censuraba, llevando a la hoguera a Miguel Servet, científico español. De nuevo la 'razón violenta'… Pero la reacción no se hace esperar: la Contrarreforma católica con algunos visos de Reforma intra-católica en cabeza de san Ignacio de Loyola, santa Teresa de Jesús y el gran san Juan de la Cruz…

Asistimos entonces a la nefasta irrupción 'renacentista' de Nicolás Maquiavelo (2010: 149-216), abogado oportunista y arribista que sobresale en la filosofía política con su pragmática Obra "El príncipe", todo un detonante moral y ético con su deducible principio "el fin justifica los medios" (que resaltará A. Gramsci). Urge evidenciar que sólo Mahatma Gandhi (jamás nombrado en la historia de la filosofía, pues J. Ferrater apenas lo cita tangencialmente) ha hecho frente -en el plano político- al maquiavelismo que hoy se actualiza y reencaucha hasta la saciedad como 'falsos positivos', oxímoron o metáfora contradictoria replicada en todas las esferas humanas: "no ser virtuoso sino aparentar serlo (…) Es mejor ser temido que amado" (Cf. Simone Panter-Brick: "Gandhi contre Machiavel", 1963). Pero siempre conviene preguntarse: ¿Acaso yo no he sido muchas veces maquiavélico? En este orden de ideas, también podría contraponérsele a "El príncipe" -y con rigor filosófico-, "El principito" de Antoine de Saint-Exupéry…

Luego aparecen Jean Bodin y Hugo Grocio y su 'iusnaturalismo'. Es la época de la 'revolución científica' con Leonardo Da Vinci, B. Telesio, corriente permeable a la tradición mágico-hermética (J. Reuchlin y su cabalística, y Agripa con su magia blanca y magia negra / 2010: 217-288). Apareció la química de Paracelso y de los magos italianos: Fracastoro, Cardano y Della Porta). El dominico disidente Giordano Bruno postula su creencia panteísta en el universo infinito y por su 'furor heroico' es condenado a la hoguera en el año 1600, a través ni más ni menos que san Roberto Belarmino, jesuita considerado hoy 'doctor de la santa Madre Iglesia': "¡Los veo a ustedes -dice desafiante al jurado que lo sentencia- más temerosos como victimarios, que a mí como víctima!"… ¡Oh atrocidad! Este 'santo' Belarmino apenas 15 años más tarde arremeterá implacable contra Galileo Galilei... '¡en nombre de Dios! ¿Acaso se puede esto justificar por ser la 'mentalidad' de la época? ¿Y todavía hoy encubrirlo y maquillarlo? Nada de esto dicen Reale y Antíseri… Y 'el que calla, otorga'…

Llegan las 'Utopías' -en nuestra opinión-, los antídotos del maquiavelismo rampante que se enseñoreará de la filosofía en adelante… Santo Tomás Moro -hoy elevado a la categoría de Patrono de los políticos católicos- merece un realce con su Obra "Utopía", propuesta socialista que retorna a la comunidad cristiana primitiva, alternativa fallida y rubricada con la sangre del martirio ante el tirano Enrique VIII, "porque hay que obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hechos de los Apóstoles 5:29). Luego aparecen fray Tomás de Campanella con su "Ciudad del Sol", tejida de naturalismo y magia, y Francis Bacon con su "Nueva Atlántida".

Florecen los científicos: desde Nicolás Copérnico con su nuevo paradigma heliocéntrico, a Johannes Kepler y Tycho Brahe, fluctuando entre tradición e innovación. Y tenemos el ya mencionado "drama de Galileo" (2010: 289-346): conflicto con la Iglesia romana y la crítica del 'instrumentalismo' por parte del citado Cardenal Belarmino, quien estaba dispuesto a repetir la sádica dosis de racionalidad violenta aplicada a G. Bruno. Se empezó a abrir una brecha perdurable entre "la inconmensurabilidad entre ciencia y fe"… y aunque debió retractarse el inerme laico Galileo -para evitar la hoguera que atrozmente probó Bruno-, no pudo menos que musitar desafiante: "Eppur, si muove!" (= '¡Y, sin embargo, se mueve!') Y habría que investigar el drama de la prematura muerte de su hija monja (Sor María Celeste / 2010: 295), por causa de este tan execrable como injusto proceso eclesiástico.

Valoramos en esa coyuntura histórica al físico inglés Isaac Newton y su teoría de la gravitación universal, pero su disputa casi antropófaga con G. Leibniz por intereses científicos y filosóficos (2010: 347-373). Surgen las ciencias de la vida, las academias y las sociedades científicas, pero en medio de muchísimas rivalidades y pugnas. Francis Bacon fue el filósofo de la edad industrial en ciernes, con su peligrosa consigna "saber es poder" y su derribamiento de los 'idola' de la tribu, la caverna, el foro y el teatro (2010: 395-425). Y arribamos a René Descartes (2010: 427-476), padre de la geometría analítica, 'in-descartable', "el fundador de la filosofía moderna", con su 'duda metódica' y su certeza fundamental: "Ego cogito, ergo sum" (= 'Pienso, luego existo'), quien termina replicando la cosmovisión newtoniana: el mundo como máquina de un gran Arquitecto o mecánico (Cf. 3a meditación sobre la existencia de Dios o 'argumento ontológico' inspirado en san Anselmo)… Su dualismo neoplatónico alma ('res cogitans')-cuerpo ('res extensa') y su denominada 'moral provisional' nos deja náufragos y a la deriva de un racionalismo peligroso y violentador de la realidad. Al respecto, cabe citar a mi maestro español 'latinoamericanizado y colombianizado', Germán Marquínez Argote con su re-lectura crítica de Descartes, quien evidencia que el 'pienso, luego existo' abrió paso al 'ego conquiro' o 'yo conquisto' (Marquínez, 1993: 285-303). En este orden de ideas, es preciso reconocer que rezagos racionalistas en la historia han sido el machismo, el racismo, el nacionalismo chauvinista y también la xenofobia, distorsiones incoadas en una 'razón violenta' que discrimina y aplasta a los demás sin contemplaciones, reacia a toda tolerancia ante la diferencia.

4. DE BARUCH SPINOZA A IMMANUEL KANT
Este volumen 4 se compone de 16 capítulos, que comienzan con el ocasionalismo metafísico de Nicolás Malebranche, monista o proclive al inmanentismo panteísta. Su ideal ético geométrico es afín al de B. Spinoza.

Gottfried Leibniz, padre del cálculo infinitesimal, aportó su pluralismo monadológico y metafísico de la 'armonía preestablecida', y el innatismo virtual. 'Philosophia perennis' marcada por el finalismo, que pretendía una refutación del mecanicismo cartesiano y newtoniano. El 'optimismo' leibniciano -objeto de muchas ironías y sarcasmos por su aforismo: 'Este es el mejor de los mundos posibles'- es válido si reconocemos que es el hombre quien se ha encargado de hacer de este planeta 'el peor de los mundos posibles', sobre todo -nos atrevemos a afirmarlo sin miramientos- por la violencia incoada por una racionalidad desvirtuada y bárbara.

Thomas Hobbes, pragmático inglés, sobresale por su 'corporeísmo y absolutismo político' de mentalidad neo-mecanicista. Propende por un Estado absolutista de corte maquiavélico y autoritario plasmado en su Obra "Leviatán", monstruo marino bíblico tomado de los salmos (104), cuya consigna es tan realista pero quizás hoy se queda corta: "El hombre es lobo para el hombre" (= 'Homo homini lupus', tomada en verdad del clásico latino Plauto). Este pensador prepara el cuestionable 'estatismo' dominador de F. Hegel.

Ahora bien, John Locke matiza el utilitarismo inglés con su empirismo crítico centrado en el entendimiento humano -abierto al diálogo entre razón y fe-, preconizando el Liberalismo con su tolerancia ambigua e individualista. Surge también el pensador y obispo anglicano George Berkeley con su inmaterialismo tan interesante como riesgoso. Finalmente, David Hume profundiza en el conocimiento humano y su principio: "ese est percipi" (= "El ser de las cosas es un ser percibido"). Es el epílogo ya irracionalista del Empirismo anti-racionalista y anti-cartesiano, que entraña una disolución en la misma 'razón escéptica'. Acción y reacción de 'ismos' filosóficos siempre antagónicos y egocéntricos.

Pierre Gassendi propone el 'libertinismo' neo-epicúreo. Y, en franca oposición a las corrientes anteriores, no se deja esperar el genial Blas Pascal -científico, filósofo y teólogo práctico- no exento del jansenismo puritano en boga de la época. Es la autonomía de la razón que contrasta la miseria y la grandeza de la condición humana, y de la racionabilidad del don de la Fe (2011: 259-290 / Cf. "Pensés" o 'Pensamientos' oceánicos). Es también la demarcación entre saber científico y fe religiosa, pero además la impotencia de la razón para fundamentar los Valores supremos. El 'memorial' pascaliano (remachado a la chaqueta que portaba) impacta con su 'espíritu geométrico' confrontado con el 'espíritu de fineza' o sutileza.  La 'apuesta por Dios' y la censura de la 'diversión' distractora son aportes suyos que zarandean de la modorra filosófica demasiado empeñada en la especulación abstrusa e intrascendente, y centran y concentran en la interioridad seria ante el Misterio de la Vida.

Giambattista Vico nos obsequia el vínculo entre filosofía y filología, y la historia humana vista en clave de Providencia divina. Vida atormentada y acrisolada la del pensador italiano, que pasa inadvertida ante los historiadores de ideas y autores de manuales filosóficos. Era de esperar la irrupción de la Ilustración ('Aufklärung', 'siécle de lumiére' o 'siglo de las luces') y su racionalidad anti-metafísica y anti-religiosa (2011: 331-418). Immanuel Kant esclarece esta época con su emblemático texto ensayístico "¿Qué es la Ilustración?", mediante el cual invita al 'sapere aude', atreverse a pensar por sí mismo en la supuesta 'mayoría de edad'. Conviene particularizar el fenómeno en cada país: la Ilustración francesa con el enciclopedismo de D'Alembert, Diderot y su 'deísmo' amorfo (o religión naturalista); Condillac y su gnoseología sensista. También irrumpe el materialismo ilustrado de La Mettrie, Helvetius y D'Holbach, el cáustico Voltaire y su 'tolerancia' liberal afín a la de Locke, así como Montesquieu y su "espíritu de las leyes".

Y llega Jean Jacques Rousseau -"el ilustrado herético", según Reale-Antíseri- con su naturalismo romántico anti-enciclopédico pero 'ilustrado' del "Contrato social" y "Emilio". "El hombre nace bueno y la civilización lo corrompe", es una válida consigna suya, pero también constatamos que ese sueño plasmado literariamente en 'Robinson Crusoe' es una quimera. Válidos son la democracia y los Derechos Humanos emergentes en la Francia de la Revolución Francesa, pero el egoísmo aflora en todas las épocas y latitudes con insospechado prosaísmo, incluida la contradictoria vida del iluso Rousseau. La Ilustración inglesa nos presenta a B. de Mandeville y su 'fábula de las abejas', la Escuela escocesa del 'sentido común' con su equívoca sentencia: "Los vicios privados hacen la prosperidad pública".

Por su parte, la Ilustración alemana se abre paso con el 'pietismo' de Christian Wolff y G. E. Lessing y su valiosa 'pasión por la Verdad' y 'el Nuevo Evangelio eterno'. La Ilustración italiana asume estilos lombardo y napolitano, con la paradigmática actitud contra la tortura de Cesare Beccaria. ¡Por fin aparece una de las muestras más explícitas de la crítica de la 'razón violenta' y propuesta de una 'razón noviolenta'!

Adviene entonces el refulgente día filosófico de Immanuel Kant y su Filosofía trascendental (2011: 525-651): 'Críticas de la razón pura y práctica' (tal vez la única Obra que merece el título de 'Crítica de la razón filosófica' como tal), y 'crítica del juicio'. Hombre austero, disciplinado y metódico, su ética del 'imperativo categórico' se resuelve en "el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí" -supremo significado moral del deber-, consigna diamantina que no podía menos que convertirse en su clave espiritual e incluso su inmortal epitafio. Revolución copernicana epistemológica de Estética, Analítica y Lógica trascendentales. Indudablemente, a Kant debemos un 'reen-kant-amiento' de la filosofía, de 'lo sublime y su fundamento', como categoría suprema del 'reino de los fines', y la utopía realizable de 'la paz perpetua', como precursor que fue de la controvertida ONU.

5. DEL ROMANTICISMO AL EMPIRIO-CRITICISMO
El volumen 5 de la serie se plasma en 18 capítulos, que inician rescatando el movimiento romántico y la conformación del Idealismo y su complejidad. Efectivamente, el movimiento artístico 'Sturm und Drang' (= 'tempestad e ímpetu') repercute en la filosofía con pioneros y precursores como Schlegel, Schleiermacher, los poetas Novalis y Hölderlin, Schiller y el gran sabio Goethe, marcados por los mismos denominadores comunes: idealismo mágico, relanzamiento de Platón y la hermenéutica o rama filosófica de la interpretación; en fin, el Arte como suprema forma del espíritu humano hasta la divinización de la Naturaleza. Se intuye la superación y desarrollo pleno o plenificación de la Ilustración, preludio del supremo idealismo. El rosicruciano Hamann propone la 'revuelta religiosa contra la razón ilustrada'; Jacobi representa la 'revaloración de la Fe', y Herder la 'reacción anti-ilustrada', mientras el sabio Humboldt tercia hacia la lingüística. Todos intentan responder a las aporías del kantismo, al que acusan de absolutización especulativa del idealismo.

Llega entonces Johann G. Fichte y su idealismo ético. Postula el fundamento exógeno de la experiencia, mediante el cual retoña el dogmatismo que se torna incompatible con este idealismo perfecto. A renglón seguido viene Friedrich W. J. Schelling y su idealismo de corte romántico. Se trata de una Filosofía de la Naturaleza y de la identidad, que plantea una simbiosis de filosofía y arte.

Entonces aparece en escena Georg W. F. Hegel con su contradictorio 'idealismo absoluto' (2010: 155-239).  'Fenomenología del Espíritu', Lógica y Filosofía del Espíritu se conjugan en él. Pero se trata del absoluto del espíritu que se encarna en el Estado hasta endiosarse en un historicismo muy peligroso a fuer de totalitario. Cabe preguntarse: ¿Acaso va preparando el terreno para el Nacional-Socialismo pangermánico de Hitler? (Cf. Su interpretación en que desprecia sobremanera la historia de América / Marquínez: "Latinoamérica se rebela: impugnación del discurso de Hegel sobre América, 1977.) ¿Y quién pensaría que este Hegel podría fusionarse con K. Marx? En efecto, se sucedieron dos corrientes antagónicas a ultranza -hasta la depredación-: Hegelianismo derechista e izquierdista. Ludwig Feuerbach plantea y se sale por la tangente con la reducción de la teología a la antropología, mientras emerge el 'socialismo utópico' en cabeza de Saint Simon, Fourier y Proudhon.

En esa coyuntura saltan a la historia de las ideas y las mentalidades Karl Marx y Friedrich Engels (2010: 269-317), un admirable ejemplo de amistad en la causa socialista: el primero con "El capital" detonante y el Materialismo histórico ('Hismat') y el segundo con el Materialismo dialéctico ('Diamat'); los dos hermanados en el "Manifiesto comunista" (1848) que marca un hito histórico, afrontando hasta hoy sus aporías y problemas no resueltos y acaso insolubles: La religión como opio, la alienación del trabajo, el dominio ideológico de la clase dominante, la determinación de la superestructura ideológica por medio de la estructura económica, la historia como lucha de clases y la violencia como 'partera' de la historia… De nuevo la 'razón violenta' erigiéndose en círculo vicioso insuperable. Empero, es preciso reconocer el válido desafío de Marx a una filosofía burguesa, y su escuela socialista que colmaba un vacío milenario y atávico: no limitarse a interpretar la historia, sino comprometerse a transformarla. Aquí es preciso citar otro invaluable libro: “Gandhi y Marx”, por el hindú Krishorlal Mashrouwala (1958). Efectivamente, el 'Mahatma' o 'Magnánimo' preconizó también un socialismo noviolento de inspiración cristiana, única posibilidad anti-maquiavélica porque -según él, en giro copernicano sin precedentes- "son los medios los que justifican un fin".

De modo que en aquella sazón brotaron los grandes contestatarios del sistema hegeliano: Herbart y Trendelenburg con su relanzamiento del realismo y crítica a la dialéctica hegeliana. Es cuando irrumpió el controvertido pensador Arthur Schopenhauer (2010: 329-351) -'signo de contradicción' como todos los hombres auténticos-, con su 'mundo como voluntad y representación': drama de dolor, liberación y redención, al mejor estilo oriental, que reivindicaba esta filosofía descalificada en Occidente… La vida humana como tragedia y el dolor como base de todo deseo, necesidad y carencia. Injusto, de todos modos, reducirlo, rotularlo y estigmatizarlo hoy arbitraria, fácil y falazmente a 'pesimismo'. Más bien diríamos que fue un realismo que influirá mucho a Nietzsche.

Nos sale al paso Sören Kierkegaard (2010: 353-380), el precursor del existencialismo con su filosofía existencial del individuo, pero en diálogo con un cristianismo descarnado y auténtico (recordamos en este año el Bicentenario de su nacimiento). Según los críticos es un 'poeta cristiano' que capta a Cristo como irrupción de lo eterno en el tiempo: posibilidad y 'angustia' -bebida de su padre perjuro- al límite de la desesperación. Él se va lanza en ristre, en abierta crítica del cientificismo y contra una teología pseudocientífica en boga. Propone los tres estadios-clave del hombre: estético, ético y religioso. Y la existencia humana como 'posibilidad'. Queda así inaugurada la 'Escuela de la Angustia existencial', cuya única certeza es la ético-religiosa. Inmortal su convicción entrañable: "La fe es la certeza interior que anticipa la infinitud" (Cf. "El concepto de la angustia", 1967: 154).

Asistimos por esta época a la denominada Restauración en Francia: filosofía fluctuante entre ideólogos, espiritualistas y tradicionalistas. Maine de Biran y el ecléctico Victor Cousin. Es también el tiempo del llamado 'Pensamiento Reaccionario': Bonald con su apología teocrática del catolicismo, y Joseph De Maistre, defensor del papado. Incomprensibles vaivenes y altibajos de una razón azarosa y a veces irracional. ¡Oh paradoja!

También es tiempo del 'Resurgimiento italiano': 'filosofía civil' de Romagnosi y su federalismo, de Cattaneo, y la filosofía revolucionaria de Ferrari. Emergen tres pensadores del retorno a la filosofía espiritualista y a la metafísica: Gallupi (filosofía de la experiencia), Rosmini (filosofía del ser ideal y la iluminación que preludia el filosofema de la Persona), y Gioberti con su filosofía del ser real.

En reacción casi ciclotímica o bipolar, prorrumpe el 'Positivismo europeo' (2010: 443-576): sociológico primero y luego el utilitarista de Auguste Comte con su reduccionismo a los tres tipos de conocimiento: teológico, metafísico y positivista (científico). Le sigue el Positivismo utilitarista inglés con John Stuart Mill: oscilante entre la lógica inductiva y la defensa de la libertad individual, como sus antecesores J. Locke y D. Hume, recalcando la restricción de la intervención del Estado. Y se va abriendo paso por esa vertiente filosófica el Capitalismo tozudo y recurrente como la cizaña. A. Comte propone la sociología como una física social. Se refuerza esta línea con el 'Positivismo evolucionista' y materialista de Herbert Spencer, quien curiosamente no admite una oposición insalvable entre ciencia y religión, antes bien postula su complementariedad. El italiano Roberto Ardigó es un exclérigo que deserta de la trascendencia hacia esta escuela cientista. También asoma el positivismo materialista alemán. Es entonces el auge y apogeo del 'desarrollo científico en el siglo XIX': se abren paso las matemáticas con su rigorización creciente, geometrías no euclidianas y la evolución biológica; también sobresalen la lingüística con el mencionado legado de Humboldt, Bopp y los neo-gramáticos. Asimismo, nacen la Psicología experimental y la Sociología científica. Se cierra este ciclo histórico con el 'Empirio-criticismo' de R. Avenarius y E. Mach (quien aporta la función científica de la hipótesis), el 'convencionalismo' de J. H. Poincaré, y luego -por si fuera poco- P. Duhem, pionero de la historia de la ciencia. Y continúan las poco comprensibles fluctuaciones pendulares de la filosofía…

6. DE FRIEDRICH NIETZSCHE A LA ESCUELA CRÍTICA DE FRANKFURT
Este extenso volumen 6 abarca 25 capítulos densos capítulos de filosofía ya contemporánea (transición del siglo XIX al XX). En primer término nos visita el contradictorio, patético y al final patológico Friedrich Nietzsche (2010: 13-38) con su 'vitalismo individualista', filósofo pero a veces más poeta de la "fidelidad a la tierra y transformación de todos los valores" de la época en que le corresponde vivir. Con mucho embargo, no le comprendo ni admito su encarnizamiento con Sócrates… Aporta su contraposición entre lo 'apolíneo' (racional) y lo 'dionisíaco' (instintivo); su 'muerte de Dios' debe entenderse como el final de un atávico idealismo violento, aunque su 'superhombre' (= 'übermensch') es una ambivalente 'voluntad de poder' encarnada en el hombre… Su postura 'más allá del bien y del mal' se torna arrogante y su 'amor fati' se pierde en un 'eterno retorno' un mucho volátil y errátil… Se extralimita demasiado con su 'Anticristo', libro en que considera de modo generalizado y simplista la religión judeo-cristiana y sus virtudes como propias de una 'moral de esclavos' y no de 'señores'… Su franqueza extrema raya en la desfachatez. Incluso se le da razón al contundente y sabio grafiti bogotano: " 'Dios ha muerto' (Nietzsche). / 'Nietzsche ha muerto' (Dios)"…

No es aventurado intuir que el 'voluntarismo' nietzscheano misántropo de "Así habló Zaratustra", haya dado pábulo al posterior germanismo proclive al nazismo, al descalificar de manera desalmada toda consideración ante el dolor humano, en el caso del Holocausto judío… Se dice que A. Hitler tenía entre sus libros de cabecera las Obras de F. Nietzsche. Si bien el pensador alemán no aspiraba al poder político, hay muchos artículos sobre el 'führer' como paradigma de ese 'Superhombre' autosuficiente e indolente (Cf. www.google.com). De hecho, termina representando una 'razón violenta', instintiva y arrasadora de Valores como la humildad, la compasión, la misericordia y el perdón (la noviolencia), para él anti-valores de espíritus mediocres. Según sus criterios, un Hombre mayúsculo como Mahatma Gandhi sería para él un ser débil y servil… ¡Absurdo! Miró con 'tabla rasa' el judeo-cristianismo con muchos prejuicios. No obstante, rescatamos aforismos muy valioso de Nietzsche: "¡Escribe con sangre y sabrás que la sangre es espíritu! (…) Quien tiene un 'porqué' para vivir, descubrirá casi siempre el 'cómo' " (destacado este último por Viktor E. Frankl en su paradigmática Obra "El hombre en busca de sentido", 1990).

Luego aparece el 'Neocriticismo' con las Escuelas filosóficas alemanas de Marburgo y Baden: Ernst Cassirer nos presenta al hombre como 'animal simbólico' (una faceta antropológica que faltaba). A renglón seguido viene el 'Historicismo' con Wilhelm Dilthey y su 'Crítica de la razón histórica' y las 'ciencias del espíritu'.  Los representantes más significativos de estas escuelas son Windelband, Rickert, Simmel y Meinecke, deslindando civilización y cultura. Max Weber nos plantea el 'desencantamiento del mundo' y las ciencias histórico-sociales. Es la ética protestante del espíritu capitalista, de la convicción y la responsabilidad, cercana a Kant pero ya 'de-sustancializada' (con vocablo de Max Horkheimer). No obstante, considera con mucha razón que "la ciencia se basa en una elección ética".

El pensamiento filosófico tan aleatorio vuelve por cauces de 'Pragmatismo' con Charles S. Pierce, y con el 'Empirismo radical' de William James y Vailati. Afín a estas corrientes es el 'instrumentalismo' de John Dewey con su válida consigna: "Nada es más práctico que una buena teoría". Y emerge otro fortuito vaivén racional: 'Neo-idealismo' italiano y angloamericano con B. Croce y su 'historicismo absoluto' estilo Hegel, y G. Gentile con su agudo 'actualismo' hipotecado a la ideología de B. Mussolini. ¿Es asesinado por su filosofía mercenaria del régimen corrupto y tiránico de turno? Es -según nuestro enfoque filosófico 'noviolento'- de los casos más patéticos y acaso patológicos de la 'razón violenta'

Se abre aquí un espacio para la inestimable "contribución española a la Filosofía del siglo XX". El 'sui generis' y 'fuera de serie' -más bien en serio- Don Miguel de Unamuno (2010: 247-258), encarnación viviente del 'Quijote' entre muchos 'sanchopanzas' de su época: filósofo insular del "sentimiento trágico de la vida" y profeta de la superioridad de la vida sobre la razón (precursor del existencialista 'Racio-vitalismo' ibérico). Vitalismo -en nuestro parecer- más trascendente e integral y coherente que el de F. Nietzsche. Como en éste, también en Unamuno (para mí 'el hombre que se hizo uno') Filosofía y poesía se fusionan en un todo armónico impresionante. Vasco desterrado por sus ideas insobornables… Ay, sus poemas intravenosos, sobre todo su epitafio hay que leerlo: "¡Acógeme, Padre, en tu seno, / misterioso Hogar. // Sólo allí descansaré, / que vengo deshecho del duro bregar!"

José Ortega y Gasset (2010: 259-270) sigue -guardadas proporciones- los pasos unamunianos: con su diagnóstico filosófico de la civilización occidental y 'accidental'. Se atreve a destacar el valor de las creencias, que muchas veces están sobre las razones… Es preciso y precioso leer su enjundiosa "Introducción a la Filosofía", joya filosófica y literaria. Propone el Racio-vitalismo del "Yo soy yo y mi circunstancia' (…) '¡Dios a la vista!' Se le atribuye la re-valoración de la historia personal y sus coordenadas espacio-temporales en que se inserta la filosofía. También desterrado, vino a enseñarnos a los latinoamericanos en Argentina durante su exilio.

Vendrá luego la 'Escuela filosófica de Madrid': con el neo-kantiano Manuel García Morente (traductor de los mejores filósofos alemanes, omitido por Reale-Antíseri), que tras su laica crisis atea en el exilio, terminó ordenado sacerdote católico y místico. Sus "Lecciones preliminares de filosofía" (1985) también son una perla filosófico-literaria, que culminan ante "el promontorio de la Divinidad"... También él nos enseñó a los latinoamericanos en Argentina. Vienen también Julián Marías -recientemente fallecido (2005)-, quien testimonió: "¡Por fin contemplaré cara a cara la Verdad que tánto he buscado!" Y llega el gran Xavier Zubiri con su antropo-visión: el hombre visto como 'animal de realidades' y su 're-ligación' de hondo calado y alto bordo; filósofo científico que -de sacerdote católico- se laicizó, siendo quizás más místico que cuando era cura… Dio un giro copernicano metafísico al situar la compleja o integral 'Realidad' (superior a la existencia 'existencialista', y vale el pleonasmo) por encima de la esencia. Autor de eminentes Obras como "Naturaleza, Historia, Dios", "Sobre la esencia", "Inteligencia sentiente", "Inteligencia y Logos" e "Inteligencia y razón", estas tres últimas su trilogía suma antes de morir. G. Marquínez Argote trajo a su Maestro Zubiri a Colombia por allá en 1980. Dicho sea de paso: X. Zubiri, E. Mounier y E. Lévinas, son tres de los pensadores que más han influido en la filosofía latinoamericana, dando lugar a una Metafísica encarnada y comprometida. Y una palabra de elogio merece María Zambrano, emblemática y gran filósofa y poetisa -también exiliada y peregrina por América Latina-, artífice de la "Crítica de la razón poética", con la que comulgamos visceralmente. ¡Lamentables omisiones de G. Reale y D. Antíseri!

Aparece Edmund Husserl y su movimiento fenomenológico con sus filosofemas: la intencionalidad de la Conciencia y la 'epojé' o suspensión de la razón… Son audaces sus pronunciamientos: "Meras ciencias de hechos crean meros hombres de hecho". Pero no comprendemos el opacamiento de Edith Stein (2010: 298-302), su secretaria y posteriormente mártir y santa católica (Sor Teresa Benedicta de la Cruz, Carmelita Descalza), y probablemente la explotación de su talento a su sombra… Y sorprende sobremanera la ambigua confesión de Husserl a una discípula -para mí muy desafortunada en una persona de la talla del filósofo-, que ella contó a Edith Stein, y ésta consigna en sus memorias:
La vida del hombre no es más que un caminar hacia Dios. Yo intento alcanzar este fin pero sin pruebas teológicas, métodos o ayudas; en otras palabras, alcanzar a Dios sin Dios. Como sea, yo tengo que eliminar a Dios de mi pensamiento científico para preparar el camino hacia Dios a aquellos que, a diferencia de usted, no tienen la seguridad de la Fe a través de la Iglesia (2002: 442, los resaltes son míos).
Esta gran mujer que con justicia suena, aunque quizás 'con el obstáculo de ser feminista', para ser la 5a Doctora de la Iglesia -y mi Patrona de Filosofía aun por encima de santo Tomás de Aquino-, descuella  como filósofa cristiana con su máxima Obra "Ser finito, Ser eterno: Ensayo de una ascensión al sentido del Ser" (2004, una aproximación fenomenológica a santo Tomás), "La Ciencia de la Cruz" (Obra inspirada en san Juan de la Cruz) y "La estructura de la Persona humana" (2003), perlas divulgadas póstumamente, como todo lo grande... Tenemos en ella también una pionera del Personalismo cristiano, finalmente sacrificada por ser judía en la cámara de gas en un campo de concentración nazi. ¡Otra víctima inocente de la 'filosoficida' 'razón violenta'!
Con Max Scheler irrumpe con propiedad la Axiología o Filosofía de los Valores como un  fundamental capítulo filosófico mucho tiempo descuidado. Marca un hito. Audaces sus acotaciones: "Una idea religiosa puede hacer posible la ciencia". De hecho, el Beato Juan Pablo II (Karol Wojtyla) le dedicará un valioso estudio antropológico en su formación filosófica: "Max Scheler y la ética cristiana".
En este contexto, arriba a la filosofía contemporánea Martin Heidegger y su 'Existencialismo radical', también como un hito filosófico del siglo XX. Para él, se trata de privilegiar la existencia real del hombre sobre una esencia abstracta, y así paliar una 'angustia existencial' en tiempos de absurdas guerras mundiales en que el progreso humano se vino a pique por causa del sinsentido sumo. Plasma Heidegger su Obra fundamental "Ser y Tiempo" (en alemán 'Sein und Zeit'), en que habla del 'Dasein' o 'ser-en-el-mundo-y-con-otros' y delinea al hombre como un 'ser-para-la-muerte'… No se le perdona su actitud de aceptación del nazismo para preservar su rectoría en la Universidad de Friburgo, donde aplicó políticas anti-semitas excluyendo incluso a su maestro Edmund Husserl, de ascendencia judía. ¡Imperdonable! Uno no entiende tanta brillantez intelectual con esa actitud claudicante ante un régimen corrupto, y, por otro lado, su amor clandestino con su discípula Hannah Arendt -también de origen judío-, a espaldas de su esposa… Y por si fuera poco, ¡ni siquiera valoró la Obra filosófica de su brillante estudiante! Actitud machista y prepotente e hipócrita, que desdice de un filósofo de su talla y lo convierte en un paradigma de 'racionalidad violenta', ¡vulgar cómplice amordazado del Holocausto nazi! De ahí las cartas de reproche que le dirigirá su discípulo Herbert Marcuse (Cf. www.google.com). Me atrevo yo a preguntar algo que no escuchado en ningún crítico filosófico: ¿Cómo seguirle rindiendo pleitesía a un farsante, que después reconocerá que 'Ser y Tiempo' se lo inspiró su joven alumna Hannah Arendt, a quien nunca le reconoció sus créditos intelectuales debido a su doble moral? Y me quedo sin más palabras…
Una palabra aquí sobre Albert Camus -cuyo Centenario de nacimiento también recordamos-, sincero y connotado escritor francés Premio Nobel de Literatura en 1957, de innegables implicaciones filosóficas sobre todo con su ensayo intitulado "El mito de Sísifo", personaje griego mítico que simbolizaba la inutilidad del esfuerzo humano, empujando con arduo empeño una pesada esfera que se le rueda al coronar la cumbre… ¡Él plantea entonces que el suicidio es el único problema filosófico realmente decisivo! En efecto, el sentido de la vida humana es y debe ser el filosofema crucial… "Me rebelo, luego existo", su silogismo supra-cartesiano. Junto con J. P. Sartre -de quien lamentablemente se distanció irremediablemente, ¡ay las disputas de los filósofos!-, representa y encarna la simbiosis de filosofía y literatura en el Existencialismo, con sus novelas "La peste", "El extranjero" y "El Primer Hombre", esta última su Obra póstuma autobiográfica recientemente descubierta (y publicada por su hija hasta 1994). Él respaldó la Resistencia a todo totalitarismo con espíritu noviolento, apoyando a J. J. Lanza del Vasto y otros testigos proféticos franceses, sobre todo en la aberrante guerra de Francia contra Argelia. Recordamos y parafraseamos su lapidario pensamiento y axioma de la 'razón noviolenta': "¡Hacer sufrir es la peor forma de equivocarse!"
Con todo, preferimos el Existencialismo moderado de Karl Jaspers, pensador y médico, perseguido por el régimen nazi, con sus "situaciones-límite" (dolor, fracaso, muerte) en que el hombre reencuentra el sentido ante "el naufragio de la existencia", y las claves de la Trascendencia de cara a los límites de la ciencia humana.
… Y, en este contexto, salta al ruedo Hannah Arendt -cómplice y machista, también culpable de la aventura infiel de su maestro M. Heidegger, a quien rindió excesiva pleitesía-; ella asume una inflexible defensa de la dignidad y la libertad del individuo, desde su exilio en Norteamérica. Es tan célebre como débil -en mi opinión- su expresión "la banalidad del mal" ante todo totalitarismo y racismo, los que censuró con firmeza…
Adviene entonces la hora para Jean Paul Sartre: "De la libertad absoluta e inútil a la libertad histórica", según Reale-Antíseri. "El hombre condenado a ser libre, pero a ser responsable", y también corresponsable de todos. Admiramos sus Obras que descollaron en todos los campos, aunando como pocos filosofía y literatura: Su densa "Crítica de la razón dialéctica", "El Ser y la nada" (= "L'étre et le Néant"), "La náusea", "El existencialismo es un humanismo"… Se admira su sed de autenticidad y coherencia ética, en contraposición a la 'mala fe' o inautenticidad, propósito que lo empujó a la postre al gesto -sin precedentes- de rechazar el Premio Nobel de Literatura en 1964, por no querer ver coartada su libertad con premios que lo amordazaban… ¡Prefirió quedarse repartiendo sus panfletos en las calles de París! Realista su definición del hombre: "Una pasión inútil", y del prójimo como un 'infierno'… No pudo, lamentablemente, superar su debilidad con el alcohol, el tabaquismo y las mujeres -no consolidó su relación con Simone de Beauvoir, su 'castor' con quien mantenía una relación aleatoria, abierta a la poligamia-… El Arzobispo de Manizales, Gonzalo Restrepo Restrepo -doctorado en filosofía en La Soborna de París- me comentó hace 15 años en un congreso en la Universidad Javeriana (Bogotá), que hay testimonios de que Sartre exclamó antes de morir: "¡El Absoluto, del cual tanto he huído y que he combatido en mis Obras… hoy lo siento más cerca que nunca!" Profesión áurea en un hombre como él, testimonio terminal que Simone silenciaría a toda costa…
… ¿Y qué decir de ella, Simone de Beauvoir? Según J. Ferrater (2001: 330), "La intelectual más influyente en la segunda posguerra mundial", mujer genial, superdotada pero veleidosa (incluso bisexual, según sus allegados), atea a ultranza, cómplice de un feminismo abortista y en extremo liberacionista… aunque siempre dependiente de los hombres machos, un 'mal necesario', con todas las implicaciones filosóficas de esta expresión trillada. Escribió "El segundo sexo", "La fuerza de las cosas", "La mujer rota", "La sangre de los otros" y otras Obras de alcances más literarios, aunque también de implicaciones filosóficas… Sorprendente: La hija que se negó con Jean Paul Sartre, terminó adoptándola ya en su solitaria vejez, Sylvie Le Bon de Beauvoir, a quien le dio el apellido y dejó su herencia literaria (Cf. www.google.com)… ¡Oh las contradicciones deplorables de los filósofos racionalistas, tan inconsecuentes y violentos en sus vidas! Me conmoví -de todas maneras- ante su tumba compartida por los dos en París, junto a la de César Vallejo, Émil Cioran y otros que lucharon por ser auténticos, y están allí sepultados, en el apacible cementerio de Montparnasse.
Tenemos también en esa época a Maurice Merlau Ponty, filósofo ubicable "entre el existencialismo y la fenomenología", quien se pregunta franco: "¿Para qué sirven los filósofos?" Gabriel Marcel fue un existencialista moderado, trascendente con su "neo-socratismo cristiano" que realiza deslindes filosóficos muy pertinentes entre problema y Misterio, y entre tener y Ser. Nos presenta el "Homo viator" o trashumante que somos, y "el hombre roto" que genera nuestra absurda vida contemporánea… Hans-Georg Gadamer -filósofo que murió de 101 años como testigo de todo el Siglo XX-  sobresale con su Hermenéutica que conduce a la 'comprehensión', con todo lo que significa alargar el vocablo con la hache. Él nos aporta el deslinde entre prejuicios / razón / tradición con meridiana lucidez. Su 'círculo hermenéutico' permite reivindicar la tradición. Lástima que su compleja Obra "Verdad y Método" pareció convertirse más en una moda en las facultades de filosofía. E. Betti es un italiano también hermeneuta que asume esta disciplina como el método general de las denominadas Ciencias del Espíritu.

Paul Ricoeur -a quien homenajeamos en su Centenario de nacimiento, fallecido en 2005- también desarrollo la hermenéutica sobre la base del conflicto de las interpretaciones y la falibilidad humana. Él nos recuerda el aporte significativo de la Escuela de la Sospecha conformada por Karl Marx, Friedrich Nietzsche y Sigmund Freud, y su influencia hermenéutica decisiva en la filosofía hasta nuestros días… Militó cerca de E. Mounier como personalista (en la revista 'Esprit'), y fue partidario de la Noviolencia en contra de las ideologías. Luigi Pareyson es un italiano que propone a "la Persona como órgano de la verdad", planteando además una seria y muy pertinente pregunta: "¿Cómo hablar de Dios?"

Irrumpe Gianni Vattimo -pensador aún vivo, quien nos ha visitado en Colombia varias veces y se autodeclara homosexual como M. Foucault, defensor de una 'filosofía gay'-, adalid del 'pensamiento débil' y apologista de la 'Posmodernidad' y la "ética de la interpretación", fundamentado en el ambiguo aforismo y criterio de Nietzsche: "No existen hechos, sino interpretaciones". Es partidario, por consiguiente, de una filosofía anti-fundacional y relativista. (Cf. "La Posmodernidad a debate", Simposio Internacional con ese nombre, en el que disertó acaloradamente con Enrique Dussel y Guillermo Hoyos, 1998)… Nuestro filósofo latinoamericanista argentino refutó sus ideas europeístas posmodernas… ¡Y continuó el canibalismo ideológico egocentrista de la 'razón violenta'!

Tenemos a Bertrand Russell, anti-idealista y crítico de la filosofía analítica y del lenguaje, que llegó casi a los cien años de edad. Trabajó junto con A. N. Whitehead, partidario este de un pensamiento 'procesualista' de la realidad (Cf. K. Wilber: 'Los tres ojos del conocimiento", 1994). Este epistemólogo norteamericano que lo cita es quien lanza una propuesta alternativa a la filosofía contemporánea:
Hoy en día estamos en una posición extraordinariamente favorable porque podemos acceder a una visión a la vez equilibrada e integrada o multidisciplinaria de la realidad (un Paradigma 'nuevo y superior, trascendental y comprehensivo'), una Visión que incluya el ojo sensorial, el ojo racional y el ojo contemplativo espiritual. De lo contrario permaneceremos en el secular 'error categorial' de la fragmentación cognitiva… Y creo que la Historia del Pensamiento filosófico y científico terminará demostrando que hacer más que eso es prácticamente imposible… ¡pero que hacer menos es desastroso e incluso fatal y letal! (1994: 56, los énfasis son nuestros.)

Uno no se explica la crítica sarcástica y demoledora de B. Russell a su discípulo Ludwig Wittgenstein, cuando dio un viraje en su filosofía: "¡Se cansó de pensar seriamente!" Impresiona su genialidad contrastada con su drama humano de tres matrimonios rotos; se le reconoce su espíritu noviolento al encabezar marchas anti-armamentismo hasta hacerse encarcelar, apoyando a J. J. Lanza del Vasto y otros noviolentos (que atacan las causas de la violencia), más que simples 'pacifistas' (que atacan los efectos no más)... Valga la aclaración para evitar tantos equívocos.

Centramos ahora nuestra mirada en Ludwig Wittgenstein, sencillo maestro de escuela inclasificable, con su metamorfosis del "Tractatus lógico-philosophicus" a las "Investigaciones filosóficas"… y sus hermosos 'cuadernos'. Fiel a sí mismo, sin miramientos humanos ni afanes de vano protagonismo… Para él la medida de nuestro mundo es la de nuestro lenguaje, y éste significa toda la cosmovisión. Su asombro ante temas como la Ética y la Espiritualidad lo impele a exclamar sabiamente: "¡De lo que no se puede hablar, mejor es callar!" Termina planteando que vivimos sumidos y subsumidos por 'juegos lingüísticos'…Se sabe que tuvo intuiciones místicas supra-filosóficas y optó por silenciarse, declinando el llamado 'éxito académico'…Valen las reticencias de muchos puntos suspensivos…

Aparece en la escena del impredecible siglo XX la 'Filosofía del Lenguaje' con su movimiento analítico plasmado en las Escuelas de Cambridge y Oxford, que re-planteaban el redescubrimiento del significado del lenguaje metafísico. Desfilan por ellas, 'grosso modo', P. Strawson con su valiosa aseveración: "Lo que comienza como metafísica puede terminar como ciencia"; Grice y Pears coinciden en que: "El metafísico proyecta de nuevo todo el mapa del pensamiento". Waismann acota rotundo: "Es un sinsentido decir que la metafísica carece de sentido". Y arriban oleadas de un 'Espiritualismo' como fenómeno europeo: Maurice Blondel y su filosofía de la acción, que me atrevo a denominar y postular Praxiología, capítulo filosófico inédito que se abre paso con pocos exponentes (Henryk Skolimowski, Tadeusz Kotarbinski -el llamado Círculo o Escuela de Varsovia-, y luego Antonio Gramsci, quien la entiende como filosofía de la acción eficaz, así como los también obviados Alexandre Kojéve y Karel Kosík y su 'dialéctica de la realidad concreta', implementada mediante acciones humanas encaminadas a transformar el mundo); para mí una rama filosófica que hoy debiera conjugar una sólida teoría con una recia praxis que permee todas las esferas de la compleja realidad humana:
Ciencia que estudia sistemáticamente las condiciones y normas de la acción o praxis humanas (…) Disciplina especial encargada de estudiar todas las formas de la acción humana y su optimización. 'Praxiology: The Science of accomplished Acting', según H. Skolimowski (1965), que intenta superar la praxis marxista.(…) Desborda el pragmatismo: es la ciencia de la acción eficaz que investiga las condiciones de las cuales depende la máxima eficacia, según T. Kotarbinski, incluso en actos simples, dentro de un sistema de Valores que asigna a diversos actos y especies de actos, apuntando hacia el problema de los fines o teleología. Según Ludwig von Mises se trata de la teoría general de la acción humana, aunque actualmente termina también muy relacionada con la lingüística (Ferrater, 2001: 2875-2877).

Efectivamente, M. Blondel preconiza al hombre como un "ser finito que tiende naturalmente hacia el Absoluto".

Despunta entonces otro gran vitalista trascendente, mas con un matiz diferente a Nietzsche y cercano a Unamuno: Henri Bergson con su "Evolución creadora". Premio Nobel de Literatura en 1927, ahonda en el gran problema de la unión entre alma y cuerpo. Postula el 'élan' o impulso vital que alienta en la Madre Naturaleza. Un pensador que influirá decisivamente en muchos filósofos del siglo XX. En este orden de ideas, es pertinente la interpolación o digresión de Reale-Antíseri al presentar la renovación del "Pensamiento Teológico en el siglo XX" y su aporte filosófico significativo (2010: 557-589): el auge de la teología protestante y el 'aggiornamento' o puesta al día de la teología católica (convergencia ecuménica, un 'signo de los tiempos' apremiante), la curiosa 'teología de la muerte de Dios' y su superación y, finalmente, la Teología de la Esperanza. Tenemos autores 'sui generis': Karl Barth con su "Fe, nada más ni nada menos"; el mártir luterano Dietrich Bonhoeffer con su admirable testimonio: "La comunión con Cristo bajo la Cruz"; el jesuita alemán Karl Rahner con su teología del futuro en que profetiza: "El cristiano futuro será místico o ya no será nada" y la misión salvífica de la Iglesia con todo el mundo; el sufrido Jürgen Moltmann con su texto: "La Fe como fin y no simple medio", Fe en el Dios sufriente que apunta hacia la Escatología o las verdades últimas… También aportan Panneberg, J. B. Metz con su validación de la teología política y el controvertido dominico -recientemente fallecido- E. Schillebeeckx. Con todos estos teólogos y pensadores controversiales acaeció todo un 'sismo' teológico en nuestro siglo, alrededor del Concilio Ecuménico Vaticano II, un auténtico Nuevo Pentecostés y el hito más relevante en los 20 siglos de la Iglesia cristiana, cuyo Cincuentenario estamos recordando en estos años (1962-1965 / 2012-2015).

Sin embargo o con embargo, regresó la 'Neo-escolástica' (2010: 591-608) con las universidades de Lovaina y Milán con sendas corrientes filosófico-teológicas: el Neo-tomismo de Jacques Maritain en Francia y su 'Humanismo integral'… Este gran pensador, heredero de una innovadora línea católica desde Charles Péguy, Léon Bloy y Ernest Psichari, encontró una gran mujer en Raïsa Oumansoff -judía de origen ruso-, quien murió 'en olor de santidad'. Fueron convertidos al cristianismo católico a la sombra de lo absoluto que les inculcó H. Bergson, tras una crisis suicida. Preciosa esta pareja monástica. Él pasará sus últimos días en Tolosa cual Hermanito de Jesús de Charles de Foucauld. Gestos como estos marcan la diferencia y un hito en la turbulenta y truculenta filosofía contemporánea.

Llega en el mejor momento el 'Personalismo' que podría denominarse 'Personismo' (2010: 609-635): "una filosofía y no un sistema más", cual piedra de toque de un siglo XX deshumanizado por ser 'des-personalizado'. Tenemos ya al tan fugaz como inmortal Emmanuel Mounier (1905-1950) y su "Revolución personalista y comunitaria", no confundible con individualista. Él supo extractar elementos del socialismo y del existencialismo de la época, pero agregándoles un 'plus' con el cristianismo auténtico. Actitud que lo convirtió en 'Signo de Contradicción', conduciéndolo hasta la cárcel por sus ideas praxiológicas y estigmatizándolo incluso ante la Iglesia católica. Un santo profético del siglo XX, según el converso jesuita Ignace Lepp. Propuso él 7 dimensiones antropológicas a "estructuras del universo personal": Corporeidad o Encarnación ('existencia incorporada'), Comunicación, Interioridad ('conversión íntima'), Afrontamiento o aventura, Acción transformadora o Compromiso histórico, y Trascendencia ('eminente Dignidad')… "¡Existe en la Persona una pasión indómita que arde como un fuego divino. Se alza y restalla al viento cada vez que husmea la amenaza de la servidumbre, y prefiere defender, antes que la vida, la dignidad misma de la Vida!” (2000: 87-88, y vale la pena el resalte). Valoramos la postura de este "testigo luminoso" (2000, según Carlos Díaz Hernández, Fundador y Director del Instituto Emmanuel Mounier en Madrid, quien nos enriqueció aquí en Tunja, Seminario Internacional 'Ética y Desarrollo Humano', USTA, septiembre de 2012, junto con el médico Manuel Elkin Patarroyo): la actitud combativa mounieriana ante el "desorden establecido", teniendo en cuenta al acontecimiento como 'maestro interior'… Sus Obras desafían la caducidad del tiempo: "El afrontamiento cristiano", "Tratado del carácter", El pequeño miedo del siglo XX", "Fe cristiana y civilización", "L'engagement de la foi" (aún no traducido: 'El compromiso de la Fe', 2005: Centenario de su nacimiento, lo adquirí en París y calibré la grandeza espiritual de este Testigo del siglo XX).
En esta misma vertiente a la cual adherimos de corazón, se sitúa Simone Weil, gran filósofa francesa de origen judío, con quien se encontró J. J. Lanza del Vasto recién regresado de su encuentro con Mahatma Gandhi en India, avalándole su Comunidad noviolenta del Arca "como un diamante polifacético". Mujer de 'testimonio absoluto' y elocuente -según G. Marcel-, "entre la acción revolucionaria y la experiencia mística", con sus Obras luminosas: "Enraizamiento", "A la espera de Dios"; bautizada 'in articulo mortis', muere en una ofrenda heroica personal -casi de hambre-, de apenas 34 años en Londres, solidarizada con la causa de la Resistencia francesa…
Con Martin Buber (2010: 637-653) tenemos "la libertad de la persona y trascendencia divina en la reflexión filosófica judía contemporánea". Se trata del 'principio dialógico' -la 'dialogicidad' tan apremiante hoy-, que lo conduce a resistir con apertura noviolenta a la ejecución de los nazis causantes del monstruoso Holocausto judío. Y su complemento es Emmanuel Lévinas y su "fenomenología del Rostro del Otro" que contrapone Alteridad versus Totalidad. Obras paradigmáticas las de este filósofo que controvirtió sin respetos humanos a sus maestros M. Heidegger -a quien no perdonó su error y horror con el nazismo-, y E. Husserl por su esencialismo desencarnado de la realidad dolorosa del siglo XX: "Totalidad e infinito: Ensayo sobre la exterioridad", "De otro modo que ser o más allá de la esencia", "Ética e infinito", "Del Dios que viene a la idea", "Trascendencia e inteligibilidad"… Es el clamor profético-filosófico del dolor de tantas víctimas inocentes de la barbarie humana que serán infaliblemente reivindicadas porque -estamos plenamente de acuerdo con él-: "la Ética es la Filosofía primera" (proto-filosofía).  Tal es la verdad inerme y contundente del pensador judío, uno de los precursores y pioneros en la crítica de la razón violenta y postulador de una Filosofía de la Noviolencia: "El Rostro del Otro nos sale al encuentro  y nos dice: '¡No matarás!' "
Así y todo, era preciso evaluar el "Marxismo después de K. Marx" (2010: 655-716), su puja y su pugna endógenas. El 'revisionismo' del reformista E. Bernstein, quien entronizó "la democracia como arte del compromiso"; Lev Trotsky -líder comunista disidente del despotismo de J. Stalin-, que fue amordazado y asesinado en 1940 en México como 'chivo expiatorio' de la razón violenta ideologizada; el 'austro-marxismo' y la versión soviética del socialismo, y luego el marxismo renovado de G. Lukacs y su estética, K. Korsch y E. Bloch con su siempre cuestionador "Principio-Esperanza". Y el neo-marxismo francés e italiano que dio sus coletazos… No se entiende cómo el marxista Friedrich Adler se atrevió a plantear la "semejanza entre Marx y Kant"… ¡Los malabarismos y cambalaches de que es capaz la razón filosófica! Tantos despropósitos y exabruptos… Se posiciona Iván Ilich Lenin, más líder político que filósofo, hablando del "ideal ético de los comunistas", un planteamiento neo-maquiavélico  que justifica muchas atrocidades por la causa revolucionaria. Más bien, Roger Garaudy -secretario del partido comunista francés que veleidosamente terminará sus días en el islamismo (?)- se atrevió a rechazar abiertamente el estalinismo bárbaro. A. Labiola y Antonio Gramsci fueron socialistas italianos; este último crítico de su compatriota hegeliano B. Croce y postulador de la función del 'intelectual orgánico' e intuitivo de la mencionada 'praxiología'... muerto prematuramente tras prolongado presidio inhumano. ¡Ay el drama de Louis Althusser, ideólogo marxista francés de enfoque estructuralista: su desquiciamiento tras una vida promiscua y el desenlace del asesinato de su esposa Hélene, víctima de sus infidelidades que contradecían flagrantemente su espíritu revolucionario! ¿Acaso otro representante de la 'razón violenta'! (Interrogante y afirmación al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto, válidas las dos en castellano, aunque refutando el 'principio de no contradicción')…
A todas luces, la 'Escuela Crítico-social o socio-crítica de Frankfurt' (2010: 717-746) marca -en nuestro modesto parecer- otro de los hitos más significativos de la filosofía contemporánea. En efecto, Theodoro W. Adorno plantea en su 'dialéctica negativa' que "la filosofía es irreductible a ciencia"; denuncia 'la industria cultural' actual decadente y nos sigue desafiando: "¡La meta de la Educación es que no se repita Auschwitz! (…) ¿Cómo seguir filosofando después de esta hecatombe?" Max Horkheimer nos sacude con su "Eclipse de la razón: Crítica de la razón instrumental" y su no negociable "nostalgia del totalmente Otro" en que se plenifica su filosofía… Urge para él "frenar la carrera actual hacia el mundo de la 'organización' desenfrenada" en el mundo 'de-sustancializado' en que vivimos… Herbert Marcuse nos sacude con su "Hombre unidimensional" y la necesidad del 'Gran Rechazo', "Eros y Civilización", "Razón y Revolución", denuncias de la 'reificación' o cosificación de las 'falsas necesidades' en que nos debatimos y sucumbimos por el consumismo… Es apremiante construir "otra ciudad más humana, no represiva" (él fue precursor y pionero del Altermundialismo, como salida hoy a la Globalización capitalista neoliberal, homogénica y hegemónica, y en parte lo logró generando jóvenes líderes como Angela Davis)... Deben citarse sus candentes cartas a su maestro Martin Heidegger -hipotecado al nazismo-, reprochándole su incoherencia ética (www.google.com)… Admirable la insobornabilidad de estos pensadores judíos exiliados en Norteamérica por el nazismo, que tampoco feriaron su discurso filosófico al mejor postor, en este caso el capitalismo norteamericano.
Erich Fromm completa este grupo -pensador encarnado en Latinoamérica, México-, con sus Obras "Psicoanálisis de la sociedad contemporánea" (sociedad para él 'esquizoide' y patológica), "El miedo a la Libertad" ('Scape from freedom'), "¿Ser o tener?" (= 'To be or to have?'), "El arte de amar", "El corazón del hombre" y "Psicoanálisis y Budismo zen" (escrito con el maestro Suzuki)… Postula él "La ciudad del Ser" en medio de esta jungla actual en que nos exterminamos… No puede nunca dejar de nombrarse a Walter Benjamin dentro de este grupo de profetas judíos transterrados, malogrado filósofo que se suicidó antes que ser apresado por los nazis, y nos dejó la ya mencionada perla "Crítica de la violencia", como primicia de una 'Crítica de la razón violenta y propuesta de una Filosofía de la noviolencia', que aquí postulamos sobre la sangre de testigos como él. Jürgen Habermas sería el 'benjamín' de esta Escuela crítico-social de Frankfurt -curiosamente omitido por Reale-Antíseri, al igual que W. Benjamin-, quien ha liderado una Acción y "Ética comunicativa" centrada en el consenso y el disenso, y ha escrito textos significativos como "Conocimiento e interés", "Ciencia y técnica como ideología" y "Crítica de la razón funcionalista", poniendo el dedo en la llaga de un mundo teledirigido y des-humanizado por la tecnocracia (Ferrater, 2001: 1541-1543). Habermas corrido con el inconveniente de convertirse en un mito de moda en el ámbito académico… Quizás habría que decir 'Habermenos', me decía un amigo.                                                                                                                                         
7. DE SIGMUND FREUD HASTA NUESTROS DÍAS
Este volumen culminante es más breve y consta de 12 capítulos sobre las corrientes filosóficas de finales del Siglo XX y comienzos del Siglo XXI y del inquietante Tercer Milenio

En primer término, evaluamos "las Ciencias Humanas en el des-humanizado siglo XX" (2010: 11-61). Aparece la 'Psicología de la Forma' ('Gestalt'), alternativa al conductismo avasallador de Watson y Skinner, que hoy sigue 'aconductuándonos' (léase 'domesticándonos') al Sistema o 'desorden establecido'. Llega la 'Epistemología genética' de Jean Piaget, genio polifacético del siglo XX. Y también la 'teoría lingüística' de Ferdinand De Saussure (de quien también se recuerda el Centenario de su muerte), que se prolonga con Noam Chomsky y su 'gramática generativa', de donde emanan las 'competencias' (mal aprendidas) tan en boga hoy como moda en la educación. Porque el vocablo 'competencia' entraña un significado positivo de destreza o talento, pero también la tan negativa connotación capitalista de 'ganarle a'…¡Y eso pocos se atreven a decirlo!

También es destacable la 'Antropología Cultural' y su auge y apogeo con aportes como el de Mannheim y su sociología del conocimiento. La Filosofía del Derecho no se hace esperar con tendencias como el iusnaturalismo, realismo jurídico; Kelsen y su 'iuspositivismo' y una certera acotación: "La democracia como hija del relativismo". Chaïm Perelman propone una nueva retórica y la teoría de la argumentación, hoy muy en boga. Se posiciona y empodera -con lenguaje 'light' contemporáneo- la teoría económica con 'ismos' como el 'marginalismo' y el 'intervencionismo'…El primero se vehicula a través de la 'Escuela austríaca de Economía' con el liberalismo de F. A. Von Hayek, y el segundo mediante John M. Keynes y su peligroso 'programa de un liberalismo intervencionista'). Están también en cartelera Menger y Von Mises, este último con el riesgoso 'principio del individualismo metodológico'. Es que ya Von Hayek criticaba los errores del colectivismo metodológico y la función de las ciencias sociales teóricas, la dispersión de los conocimientos y su obstrucción a la 'planificación centralizada'… Estos criterios hoy se están tomando al pie de la letra como 'caballito de batalla' con el argumento de que "en los regímenes totalitarios la Verdad es pisoteada sistemáticamente". Bastan dos dedos de frente para captar que aquí tenemos las bases del Capitalismo Neoliberal y Globalizado de hoy, como plaga planetaria erigida en panacea y tabla de salvación del hombre y del mundo.

Por otra parte, tenemos el Psicoanálisis de Sigmund Freud y su desarrollo después del fundador (2010: 107-134): El cuestionado por él 'problema del principio de todas las cosas', su innegable descubrimiento del Inconsciente, la represión de la libido y la neurosis, el 'transfert', el 'yo', el 'ello' y el 'superyó', la fuerza de 'eros' (amor pulsional) y de 'thánatos' (muerte)… "El malestar de la civilización" sesgado por Freud en un 'pansexualismo' y la 'revolución sexual', cuyas abrumadoras consecuencias hoy afrontamos para bien y para mal... Su muerte por eutanasia, tras penoso cáncer en el maxilar, es atestiguada por el médico colombiano Fernando Sánchez Torres, exrector de la Universidad Nacional y Presidente de la Academia Nacional de Medicina, experto en ética médica y bioética. ¿Otro caso de 'racionalidad violenta? De hecho, no se dejó esperar la rebelión contra el fundador: primero Alfred Adler con su oferta de la 'Psicología individual', y luego Carl Gustav Jung  con su 'Psicología analítica'; él prefiere hablar de 'inconsciente colectivo' y de los complejos. Reale-Antíseri hacen caso omiso del célebre Viktor E. Frankl, y su diagnóstico de la 'neurosis noógena' o espiritual (más que la sexual freudiana), para él la causante del sinsentido actual de la vida humana. Estamos más de acuerdo con él, silenciado en el ámbito filosófico. Y su propuesta de la 'Logoterapia' o terapia del sentido -tras su experiencia-límite de tres años en campo de concentración nazi-, lo autoriza con creces para dar un aporte en sus Obras significativas y marginadas en el ámbito de la  misma psicología contemporánea: "Ante el vacío existencial", "El hombre en busca de sentido", "La voluntad de sentido", "La presencia ignorada de Dios" (tesis doctoral de filosofía / 1994), y otra que las recapitula: "Psicoanálisis y Existencialismo: de la psicoterapia a la Logoterapia" (2001). ¡Injusticia de la 'razón ideologizada', que las margina arbitraria y violentamente!

Irrumpe entonces el 'Estructuralismo' (2010: 135-158), otro relevante 'ismo' contemporáneo: Claude Levi-Strauss (1908-2009, vivió 101 años) y su imbricada 'antropología estructuralista', en la que postula su valiosa hipótesis de "la muerte del hombre". Michel Foucault adhiere a esta escuela -aunque no lo reconozca a veces y rompa todos los esquemas-, aplicando el estructuralismo a la historia: "El hombre es un invento reciente y con fin próximo"… Sí, en vías de extinción. Sus Obras hoy son reivindicadas y muchos las enarbolan cual moda intelectual por su toque anárquico: "Arqueología del saber", "Vigilar y castigar", "Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas", "La historia de la sexualidad", "Microfísica del poder", y su aporte enjuiciador a la sociedad es innegable: el influjo perverso del 'Poder' en todas las esferas humanas, un filosofema que hacía mucho tiempo faltaba. Lamentable su drama personal de homosexual que lo empuja al cruel desenlace de una muerte por sida…

… No menos patético (¿y patológico?) es el caso de su genial amigo Gilles Deleuze -a quien también obvian Reale-Antíseri, como a Roland Barthes, crítico del Estructuralismo desde la semiología con su libro "Más allá de la palabra y la escritura"-: Deleuze fue un hombre sincero que escribió Obras como "Empirismo y subjetividad", "Nietzsche y la filosofía", "El bergsonismo", "Lógica del sentido", "El Anti-edipo: Capitalismo y esquizofrenia" y "Rizoma" (término biológico que se traduce por 'tallo que se vuelve raíz', y hoy es vocablo de moda en nuevas teorías de la educación después del 'Pensamiento Complejo' de Edgar Morin), libros estos últimos escritos junto con Felix Guattari, autor de "Las tres ecologías" (1996) y uno de los precursores de la 'ECOSOFÍA', gran alternativa filosófica a la cual adhiero… Incomprensiblemente, termina sus días lanzándose al vacío desde el noveno piso de su apartamento en París (1995), al ser desahuciado de un cáncer pulmonar… Absurdo final que J. L. Pardo ya plasmaba en un ensayo: "Deleuze: violentar el pensamiento" (desde 1990 / Ferrater, 2001: 802-804). En todo caso, guardamos silencio ante la filosofía y sus absurdos humanos que nos dejan perplejos y conmocionados o colapsados… Cabe preguntarse de nuevo: ¿Estragos de una racionalidad mal encauzada y encausada, que tanto desprestigia e incluso desautoriza mucho a la filosofía? Desde luego, es un buen planteo de problema e incluso feyerabendiana hipótesis 'ad hoc' hoy. Habría que investigar la gran cantidad de pensadores franceses que optaron por el suicidio, y tenemos la prueba y la respuesta (?).

Por su parte, Jacques Lacan logra conjugar 'Estructuralismo y Psicoanálisis', freudismo y lenguaje. En el siglo XX se evidencia el vertiginoso "avance de las ciencias matemáticas y físico-naturales" en el convulsionado y bárbaro siglo XX: la lógica matemática, la física y la biología (después de Charles Darwin y su evolucionismo). Efectivamente, un capítulo especial de la Filosofía Contemporánea lo constituye "la Epistemología y su desarrollo actual" (2010: 179-217), más que como Gnoseología o Teoría del Conocimiento, ya entendida estrictamente como Filosofía de la Ciencia, insertada ella entre dos guerras mundiales (?). Tenemos entonces en primer término a Alexandre Koyré -ruso transterrado en Francia, obviado por Reale-Antíseri-, estudioso interdisciplinario que intuyó la 'ruptura epistemológica' y puso en diálogo Ciencia y Teología, y aportó un texto lapidario contra 'La Mentira', ínsita hoy en todas las esferas del mundo de la vida; él fue maestro de Eric Weil, de los pocos filósofos explícitos de la Noviolencia. Aparece el 'Neopositivismo' vienés y el 'operacionismo' de Percy W. Bridgman, Premio Nobel de Física en 1946, preocupado por temas de filosofía humana y social desde ese pragmático enfoque 'operacional', más que praxiológico.

Gaston Bachelard debuta como epistemólogo interdisciplinario que se mueve entre la ciencia y el arte con un marcado acento psicoanalítico, y propone las dos categorías de la 'ruptura' y el 'obstáculo' epistemológico, mediante los cuales evidencia que el conocimiento -por riguroso y científico que sea- es discontinuo e incluso paradójico. Es autor de originales Obras como "La intuición del instante", "El nuevo espíritu científico", "La formación del espíritu científico", "La filosofía del No", "El aire y los sueños", "Poética del espacio", "Poética de la ensoñación" y "El derecho de soñar". Se atreve a romper todos los esquemas y convalidar la 'Prolepsis' o conocimiento anticipado de carácter intuitivo prefigurado por los griegos (estoicos y epicúreos), términos que incluso escapan a eminentes eruditos como J. Ferrater Mora. 'Corte, ruptura o salto epistemológico' ('coupure épistémologique') se refiere a "los cambios bruscos en la evolución de una ciencia y, en general, en el conocimiento; término afín al de 'frontera epistemológica' o cierre categorial" (Ferrater, 2001: 700-701). Por su parte,
'Obstáculo epistemológico' es una idea que impide otra idea, pero no se trata de un óbice externo sino interior al mismo acto cognoscitivo. En efecto, se conoce en contra de un conocimiento anterior, destruyendo conocimientos mal elaborados y superando lo que, al interior del mismo espíritu obstaculiza la espiritualización (por ejemplo, la experiencia primera, la idea de sustancia y de vida; acceder a la ciencia quiere decir rejuvenecer, aceptar un brusco cambio que debe contradecir un pasado (…) Todo se construye por una cierta catarsis intelectual y afectiva, superando todo apriorismo, formarse reformándose. La intuición es un valor vital (Reale-Antíseri, 2010: 212-217, el resalte es nuestro).

A nuestro modesto modo de ver, mal manejado el concepto de 'ruptura epistemológica', puede dar lugar a la 'razón disruptiva' -etimológicamente vinculadas: 'ruptura' / 'ruptiva'-, germen de la 'racionalidad violenta'. Esta es una tesis nuestra, que queda demostrada al evidenciar que la 'razón violentadora' ha estado presente en la filosofía, en la ciencia y la tecnología, en el arte, la moral e incluso en la religión, ¡y con qué estragos, errores y horrores en todas las latitudes y épocas! Nada a escapado a ella… Siguen Moritz Schlick -asesinado de escasos 54 años por un estudiante en el salón de clase, ¿acaso otro enigma de la 'razón violenta'?-, quien se atreve a plantear con ligereza neopositivista: "La metafísica es un cúmulo de pseudo-problemas". Rudolf Carnap, por su parte, valiéndose de una comparación cursi y baladí, afirma: "Los metafísicos son como músicos sin talento musical". Pareciera que los filósofos no hacen más que pisarse las mangueras con los anteriores para hacer prevalecer a toda costa su ego pensante… ¿o malpensante?

Surge la emblemática figura de Karl Popper, considerado por muchos el más importante epistemólogo del siglo XX (2010: 219-250). De hecho, él es un contra-neopositivista y opositor de la filosofía analítica, que se atreve a negar de plano el método inductivo y re-considerar -como antaño Platón y después Descartes-, que la mente humana no es 'tabula rasa'. Como si reivindicara a estas alturas de la historia las 'ideas innatas'… Incorpora el criterio de la 'falsabilidad' o refutabilidad, es decir, la falibilidad y perfectibilidad de toda teoría científica. No teme dar significatividad a las teorías metafísicas en pleno siglo XX, validando una interrelación Ciencia-Metafísica, pero siempre con un sentido criticable y 'falsable' de la misma Metafísica. También se autodefine anti-dialéctico y escribe sin ambages "La miseria del historicismo", y otras Obras paradigmáticas como "La Lógica de la investigación", "El desarrollo del conocimiento científico", "El porvenir está abierto", "En busca de un mundo mejor", y su autobiografía: "Búsqueda sin término: una autobiografía intelectual". También presenta una crítica del holismo o integralidad totalitaria. Pregona una 'sociedad abierta' sobre la base de una fe en la libertad y la razón, ante tantos enemigos de ella. Se atreve a desmitificar 'vacas sagradas' de la filosofía como K. Marx, y afirmar sin temor: "Platón fue un gran hombre, pero cometió errores: porque se trata más de controlar al que manda que de preguntar quién manda". K. Popper es precursor de alguna manera -en nuestro parecer- de la Praxiología y el Metarrealismo como reencuentro de Ciencia-Teología, y crítico de la 'razón violenta' y, por ende, partidario de una 'Filosofía de la Noviolencia'.

En este orden de ideas históricas, se plantea entonces una 'Epistemología pos-popperiana' (2010: 251-285). Salta a la palestra el norteamericano Thomas Kuhn y su "estructura de las revoluciones científicas", con sus 'Paradigmas' o modelos referenciales, y su concepción de la 'ciencia normal' o desarrollo de los mismos. Y hoy es una moda manosear el vocablo 'paradigma', y se cae en un 'Paradogma', parafraseando a nuestro eminente pensador cubano Pablo Guadarrama González. Sale al ruedo también el húngaro Imre Lakatos y su significativo método de los 'programas de investigación'. Hombre encarcelado por el régimen comunista y su 'razón violenta de Estado'… Pero cedemos la palabra más bien al ya mencionado insurgente Paul K. Feyerabend: su epistemología anarquista y anti-metodológica pluralista marca un hito en la epistemología contemporánea, torpedeando a R. Descartes de raíz, mediante Obras como "Contra el método: Teoría anarquista del conocimiento" ("Against Method: Outline of an Anarchistic Theory of Knowledge", 1974), "La ciencia en una sociedad libre", "La Ilustración aún no ha comenzado", "Ciencia como arte", y su contundente libro terminal: "Adiós a la razón" ("Farewell to Reason", 1984)… que nos deja un sabor agridulce pero muy real ante la filosofía.

El también pospopperiano Larry Lauda -curiosamente no mencionado siquiera por J. Ferrater-, propuso el significativo método de las 'tradiciones de investigación', en mi opinión de alguna manera vinculado a Alexis Carrel (1873-1944), precoz Premio Nobel de Medicina 1912 (de sólo 39 años de edad), quien, ateo converso al cristianismo tras un milagro irrefutable en Lourdes, soñó con una Orden investigativa de corte monástico que plasmara una ambiciosa, holística y sinérgica 'Ciencia del Hombre' en la isla de Saint Gildas (Francia), a instancias del Padre René Voillaume, fundador de la Fraternidad de los Hermanitos de Jesús del Beato Carlos de Foucauld. Así se intentaba constituir una 'tradición investigativa interdisciplinaria' de varias generaciones, al estilo benedictino. Fue mal interpretado en sus pronunciamientos sobre la eugenesia (en su 'Fundación francesa para el Estudio de los Problemas humanos', auspiciada por el controvertido mariscal Petain), y acusado de colaboracionista con el régimen nazismo, acusación de una 'razón violenta' que no le perdonó su genialidad, propuesta en sus dos Obras inmortales: "La incógnita del Hombre" y "La conducta en la Vida". No obstante o sí obstante, merecería un puesto en la historia de la Filosofía, en tanto realizó una "crítica científica de la razón filosófica'', puntualizando que no se deben privilegiar tanto las abstracciones conceptuales sobre el hombre por encima de sus necesidades psico-somáticas y biológicas, pero abiertas a la "Ley de la ascensión espiritual" -según el galeno galo-, inherente a la evolución del hombre.

De todas maneras, impacta sobremanera hoy ver cómo la Epistemología y la Metafísica  se reencuentran, suscitando un misterio más que un simple problema académico: ¿Cómo y por qué los epistemólogos contemporáneos vuelven a defender la Metafísica?

Sin embargo o con embargo, la filosofía de nuevo fluctúa con 'la vertiente teórica norteamericana' un tanto 'light' (2010: 287-363 / Cf. Enrique Rojas Montes: "El hombre light: una vida sin Valores", 2001), en la cual a pie juntillas creo se explayan demasiado Reale-Antíseri. En efecto, W. van Orman Quine (muerto en 2000 y hoy muy de moda) plantea un 'holismo metodológico' ya cuestionado por K. Popper, y una 'epistemología naturalizada' que desemboca en una complicada 'teoría comportamental del significado', sobre la movediza base de la 'relatividad ontológica' -a todas luces retroceso a todo lo anterior-, a contrapelo de los epistemólogos ya mencionados. Luego llega Richard Rorty (muerto recientemente, 2007, y también muy en boga), con su 'neo-pragmatismo' y la tan pretenciosa como esnobista posfilosofía, que podría ser precursora de una trivial filosofía Pos-posmodernista. De hecho, su sincretismo filosófico es muy confuso, al pretender armonizar autores muy dispares o disímiles como J. Dewey, L. Wittgenstein y M. Heidegger en un mismo 'paquete'… ¿Milagros de la elucubración filosófica? A estos tres pensadores los considera absolutos y 'edificantes' -ambiguo epíteto, máxime aplicado a un Heidegger-, en contraposición de los pensadores 'sistemáticos', a quienes considera obsoletos, reacio y casi alérgico a toda 'filosofía de fundamentación', muy afín al estilo del posmodernista Gianni Vattimo. Promueve, en últimas un relativismo anárquico que propone la equívoca "solidaridad del liberalismo irónico", en los antípodas de una válida y sabia 'ironía socrática', y abierta a la alteridad actual, no-totalitaria (pero muy lejana a la radical, coherente y sufrida de un E. Lévinas).

Nos llega además Hilary Putnam, quien realiza un viraje de un supuesto 'realismo metafísico' hacia un 'realismo interno' ('focalista' podríamos denominarla), que culmina también en 'pragmático' y no praxiológico.  Rescatamos una frase rotunda suya: "¡El hombre no es endiosable!" De hecho, su 'filosofía pos-analítica' preconiza que "la religión marca el límite humano". Cita al comediante Ben Schwartz, en su audaz y diamantina frase, a la que le da estatus de filosofema: "¡El hombre es el peor dios que existe!" W. Bartley (fallecido en 1990) se proyecta hacia una teoría más amplia de la racionalidad en virtud de un 'Meta-racionalismo pancrítico', antipopperiano a fuer de irracionalista. Su consigna es valiosa: "Justificar no significa criticar"… Y continúan más 'ismos y sismos' filosóficos, veleidosos y 'ardillescos' (con epíteto del poeta y profeta mexicano Amado Nervo)... A. Grünbaum se proyecta desde el análisis de la 'Teoría de la Relatividad' al Psicoanálisis -con énfasis anti-popperiano-, urdiendo una crítica y apología ambigua del fundador del psicoanálisis.

Según Reale-Antíseri, en este tan complejo como confuso contexto histórico actual, surge el ineludible tema de "Individuo, el mercado y el Estado, en la politología norteamericana" (2010: 365-402), a nuestro modo de discernir el soporte del "Pensamiento Único", que hoy se está enseñoreando del planeta en términos de Capitalismo Neoliberal Globalizado. Y esto sí preocupa mucho… Efectivamente, aparece en el tinglado el 'Neo-contractualismo' de John Rawls (fallecido en 2002), con su "Theory of Justice" ('Teoría de la Justicia', 1971), que sabemos permeó mucho -aunque mal aprendida- nuestra Nueva Constitución Política de Colombia (1991). Este atrayente 'teoría' rawlsiana trató de ser anti-utilitarista, pero sus dos ambiguos principios ('igualdades básicas para todos, y que las desigualdades sean ventajosas para los más desfavorecidos') no pasaron de ser reformistas, alcanzando apenas su máxima innovación en la aún demagógica por inaplicada "igualdad de oportunidades". Un paliativo o 'paño de agua tibia' capitalista que sólo 'llueve sobre mojado'… De hecho, inmediatamente, este planteamiento trata de ser neutralizado por Robert Nozick con su teoría del 'Estado mínimo'. Él es el precursor de la creciente privatización del capitalismo neo-liberal y la 'des-estatización', causantes de que el Estado cada vez más se desentienda de la problemática social. Y se sale por la tangente, afirmando con toque relativista: "Nadie sabe cuál es la sociedad perfecta"… ¡Qué sofisma de distracción y 'columna de humo'!

Finalmente, Reale-Antíseri rematan su 'Historia de ideas y mentalidades filosóficas' con el norteamericano Michael Novak (2010: 289-402), quien propone una teología católica reformista que él denomina revolucionario 'capitalismo democrático' (¿'Demo-capitalismo' viable y sostenible?), que ni la misma Iglesia ha asumido mancomunadamente -actitud acostumbrada-, y que sería el 'capitalismo de rostro humano' que muchos miramos también como un 'paño de agua tibia' o placebo en la ya tan detonante crisis mundial y occidental. Él se ha comprometido aseverando: "Sólo es nuestra la responsabilidad de reducir la miseria y el hambre", conjugando la manoseada economía de mercado (¿con su competitividad 'neo-darwinista'? es nuestra interpelación frontal) y la solidaridad, porque -según él- todos los otros sistemas de economía política conocidos hasta ahora, parecen peores debido a sus ideologías polarizadas.

Desafortunadamente, M. Novak postula un reformismo anti-socialista que contradice a toda costa los innegables valores de la 'Teología latinoamericana de la Liberación' propuesta desde la II Conferencia Episcopal continental de Medellín (1968), liderada por Dom Helder Cámara (arzobispo brasileño, pionero de la Noviolencia revolucionaria, a quien conocimos personalmente en Bogotá en 1976), el hoy dominico Gustavo Gutiérrez, el exfranciscano Leonardo Boff ("¿Crisis terminal del Capitalismo?", se pregunta en la Agenda Latinoamericana 2013, 46), el mártir jesuita de El Salvador Ignacio Ellacuría -gran filósofo latinoamericano y el mejor discípulo de Xavier Zubiri-, el controvertido Jon Sobrino -sobreviviente del martirio- y el amenazado Obispo claretiano Pedro Casaldáliga, testigo hasta nuestros días del 'Altermundialismo anti-globalización'"¡Porque Otro mundo es posible!" Esa es la consigna de quienes seguimos esta línea, refrendada por José Saramago (socialista y Premio Nobel de Literatura 1998), Ignacio Ramonet desde "Le Monde Diplomatique"), y el incansable uruguayo Eduardo Galeano
FRENTE A LA DICTADURA DEL CONSUMISMO LA CULTURA DE LA SOBRIEDAD Y AUSTERIDAD: Elogio de 'la civilización de la pobreza': Pensar el todo de la realidad… Superar la 'civilización de la opulencia = posesión-disfrute de la riqueza': 'el coproanálisis o estudio de las heces de nuestra civilización diagnostica que está gravemente enferma y urge evitar un desenlace fatídico y fatal, y para ello revertir la historia en Otra dirección (…) El consumismo es producto de la dictadura capitalista (que impone lo inútil como necesario), y la sobriedad, expresión de una Cultura. Austeridad compartida, contra-cultural, civilización del trabajo opuesta a la civilización del capital… 'Civilización de una pobreza digna y solidaria (satisfacción universal de las necesidades fundamentales) versus civilización de opulencia' -'Utopía y Profetismo desde América Latina: el desafío de las mayorías pobres', 1989- (…) Sólo esta utopía posible podrá realizar la Humanización ('A los 500 años: 'descolonizar y des-evangelizar' como invita Pedro Casaldáliga (…) Esa real pobreza evangélica será el espacio para el Espíritu. ¡Esa Utopía de una Nueva Civilización orientará la Nueva Evangelización! (AGENDA LATINOAMERICANA 2013: 'LA OTRA ECONOMÍA POSIBLE', artículo de Jon Sobrino actualizando el Pensamiento de su compañero mártir Ignacio Ellacuría, 2013: 116-117, los énfasis son míos).

En esta línea también trabajó el Grupo de Bogotá de la Universidad Santo Tomás de Aquino -al cual yo me precio de pertenecer-, encabezado por mis maestros Germán Marquínez Argote (hoy director del Instituto 'Xavier Zubiri' de Madrid), Luis José González Álvarez, Daniel Herrera y otros filósofos comprometidos como el mencionado cubano Pablo Guadarrama. Promotores de los Congresos Internacionales de Filosofía Latinoamericana (llegados en este año 2013 a la versión XV, en que participaremos con nuestra ponencia o 'quitancia' sobre la Noviolencia), y de la inestimable revista "Cuadernos de Filosofía Latinoamericana". En esta misma línea contracorriente de las modas filosóficas actuales -y si se quiere en contravía- Ernesto Sábato, científico desertor y filósofo prof-ético (con guión intencional) nos propuso una 'Ecosofía' parecida a la planteada por el monje hindú-español Raimon Panikkar (1994 / Cf. Borda-Malo, 2011)…

Empero, hay un filósofo europeo neo-kantiano (olvidado por todos los manuales de Historia de la Filosofía), que para mí merece un realce especial: Eric Weil (1904-1977), alemán nacionalizado en Francia, quien huyó del régimen nazi que le ofrecía trabajar a su servicio. Es de los pocos pensadores que manifiesta explícitamente una crítica filosófica de la violencia y una propuesta de Noviolencia ("voluntad de noviolencia" él la denomina), que mencionamos para corroborar estos últimos planteamientos...
El secreto de la Filosofía:
¡el Filósofo anhela que la violencia desaparezca del mundo!
El diálogo es el dominio  de la Noviolencia (...)
El ser humano debe actuar de tal modo que el principio de sus actos
pueda fundar un sistema de reglas de conducta coherente, es decir, noviolento.
(Eric Weil, “Filosofía y Violencia”, original francés: ‘Logique de la Philosophie’, 2002 y 2011, pp. 31, 35 y 63)

A decir verdad, quedan otros pensadores universales recientes -omitidos en historiales filosóficos-, que no podemos dejar de nombrar siquiera: Jacques Derrida (1930-2004), argelino de origen judío, para algunos un nuevo Kant o Nietzsche -quizás el prototipo del 'filósofo-artista' que soñó este último-,  con su revolucionaria 'deconstrucción del pensamiento' y su 'gramatología', en 'los márgenes de la filosofía'. Recordamos su "Adiós a Emmanuel Lévinas", su apoyo noviolento explícito a Nelson Mandela, su póstumo "Aprender por fin a vivir" (2006) y sus 'Seminarios' que se están editando desde 2008… Estamos de acuerdo con él: 'La marginalidad es la centralidad, lo esencial está fuera del libro y del sistema', en un hacer y des-hacer perpetuo… 'Vomitar y decapitar la filosofía convencional' y re-componerla (Ferrater, 2001: 820-822).

Guy Debord (1931-1994) nos espoleó con su obra "La sociedad del espectáculo" (nos conmovió su suicidio al ser desahuciado, un año antes de G. Deleuze), así como valoramos a Giovanni Sartori con la suya: "Homo videns: la sociedad teledirigida"… Sendos diagnósticos de nuestro mundo actual. Cornelius Castoriadis (1922-1997) fue filósofo turco radicado en Francia -maestro de G. Debord- con su autonomismo socialista ("Socialismo o barbarie", que incidió mucho en la revolución juvenil de Mayo de 1968). Él postuló los imaginarios sociales y el deslinde autonomía / heteronomía. Otros pensadores posmodernistas también nos zarandean, y estuvieron en Colombia: Jean Francois Lyotard con su "condición posmoderna: informe del saber en la sociedad tecno-científica"… Gilles Lipovetsky (1944, vivo todavía) con sus Obras paradigmáticas y diagnósticas: "La era del vacío: Ensayo sobre el individualismo contemporáneo", "El crepúsculo del deber: la ética indolora", "La tiranía de lo efímero", en la época de la 'neofilia' o culto a lo nuevo (esnobismo)…Sociedad del 'hiperconsumo' y el 'tecnocapitalismo globalizado' e 'hiperindividualista', 'sociedad de la decepción' en los 'tiempos hipermodernos'…

Jean Baudrillard (1929-2007) nos muestra una 'filosofía de la Cultura', con su tópico de la 'hiperrealidad' y la 'simulación', que pretenden objetivizar el Ser… Este pensador fue influido por latinoamericanos como J. L. Borges y también sacudió la sociedad de consumo y la 'cultura del simulacro'. Recordamos Obras como "La transparencia del mal" (1995) en que todo es máscara, vivir sin objetivo trascendente en la 'desrealidad'; "Pantalla total", "El pacto de lucidez o la inteligencia del mal" (2008, póstumo). Revaloramos sus pronunciamientos filosóficos noviolentos como "Requiem por las Torres Gemelas" y "El espíritu del terrorismo" (2002). Paul Virilio (1932, también vivo aún), por su parte, entabla una recia crítica a la tecnología por su dependencia de la velocidad y el poder. Convertido al cristianismo, advierte que el paradigma de la guerra jalona todo el 'progreso' y acuña el neologismo 'dromología' o lógica de la velocidad en todos los ámbitos humanos, que creemos nosotros es uno de los factores más incisivos de la violencia y barbarie actuales…"La globalización hoy es la aplicación tecnológica de la insuperable velocidad de la luz". Y fustiga:
Ya no somos el ser ahí gracias a la telemática (…) Un meta-cuerpo independiente del medio ambiente, en que el cuerpo pierde su espacio real en provecho de sobreexcitaciones nanotecnológicas que pronto sucederán a los ritmos vitales (…) Somos ya inválidos equipados con muchas prótesis tecnológicas mediante la ideografía cibernética" ("El arte del motor: aceleración y realidad virtual", 1996: 129).

Michel Serres (1930, amigo del citado René Girard) no se queda atrás con su Obra "Atlas" y propone un "Contrato natural":
Todo está cambiando vertiginosamente… ¿Dónde viviremos y con quién? ¿Cómo nos ganaremos la vida y deberemos comportarnos? ¿Qué enorme animal estamos construyendo? ¿Nosotros mismos? (…) Dedicado a engañarme, el demonio maligno que me encandila, lo puedo ya comprar e instalar en mi propia casa,, mago todopoderoso que resuena en los multimedias… Ahora habito en su puesto, cableado y encadenado a él (1995).

Asimismo, cabe citar a algunos neo-pensadores actuales -vivos todavía, de mi generación- que presentan una propuesta filosófica alternativa, testimonial e interdisciplinaria, pues incursionan en otros campos del saber. En efecto, tenemos a Alain Finkielkraut (1949), hijo de un judío polaco deportado a Auschwitz, quien realiza una crítica a la barbarie del mundo contemporáneo. Es paradigmática su Obra "La derrota del Pensamiento" (1987), que reivindica -según el humanista y psiquiatra español Enrique Rojas Montes (2000: 18, 167)- para nuestro tiempo una Cultura realmente conectada con la vida intelectual, una revaloración de la vida humana en todas sus manifestaciones: Arte, Ciencia, de acuerdo con criterios universales como la Verdad, la Belleza, la Bondad, la Justicia... Otras Obras de él son "La Sabiduría del Amor" (1984), "La Humanidad perdida: Ensayo sobre el siglo XX" Y "En el nombre del Otro" (2005), texto levinasiano. Este autor se atrevió a denunciar enérgicamente la 'limpieza étnica' de los serbios y acusar a su país Francia de ser no 'multirracial' sino 'multirracista', a raíz de las manifestaciones de 2005 (tiempo en que yo estuve en París). También ha diagnosticado la emergencia de una 'nueva derecha'.

Otros tres pensadores completan este grupo de vanguardia filosófica: Pascal Bruckner, con Obras reveladoras como "El vértigo de Babel: cosmopolitismo o mundialismo" (1999), "Miseria de la prosperidad: la religión del mercado y sus enemigos" (2003). André Glucksmann sobresale con sus Obras "Silencio, se mata" (1987), "Discurso de la guerra" y "Discurso del odio" (2005) y "La estupidez: ideología del posmodernismo". Bernard-Henry Lévy, por su parte -discípulo de Althusser y Derrida-, censura una 'mediocracia', con Obras como "Reflexiones sobre la guerra, el mal y el 'fin de la historia' " (2002). Ha sido criticado por actitudes mediáticas que lo han convertido a veces en 'vedette'…

Además, es digno de mención el físico norteamericano Alan Sokal (1955), autor de "Las imposturas intelectuales" (1997), "Las imposturas científicas" (2003) y "Ciencia, Filosofía y Cultura" (2007), quien protagonizó el llamado 'escándalo Sokal', partidario de 'transgredir los límites' al enviar un artículo  a una revista especializada, y evidenciar que sin un texto 'suena bien' y agrada a un jurado con 'prejuicios ideológicos', es aceptado y encumbrado, cayendo así en un 'relativismo epistémico' que descontextualiza ideas. Entabló entonces un debate con Jacques Derrida, pero sí es preciso -en mi opinión epistémica- reconocerle que puso el dedo en una llaga del actual 'pseudo-academicismo' que descresta con criterios sesgados, pues el mismo Jürgen Habermas escribió un emblemático texto: "Ciencia y técnica como ideología" (1986)…

8. FILOSOFÍA ACTUAL  EN PERSPECTIVA LATINOAMERICANA
Según Jesús Antonio Serrano Sánchez (2007), entre las corrientes filosóficas más influyentes en nuestro Continente, está la 'Fenomenología estrictamente husserliana' (pues a Edith Stein ni siquiera se la nombra), como lo describe nuestro filósofo colombiano Daniel Herrera Restrepo: como analítica de la Conciencia y/o ciencia del 'mundo de la Vida' (2007: 19-46, en la que militó nuestro recientemente extinto Guillermo Hoyos). También se abre paso la original 'Hermenéutica analógica' propuesta en cabeza del filósofo dominico Mauricio Beuchot Puente (2007: 47-57, UNAM / Cf. 2003). Asimismo, la 'Filosofía analítica' de Frege, Russell, Moore y Wittgenstein cuenta con muchos simpatizantes académicos, en el marco de un 'Neopositivismo lógico' que no deja de deslumbrarlos (2007: 59-93). Obviamente, la 'Filosofía de la Ciencia o Epistemología' hoy constituye una megatendencia filosófica de moda en todas nuestras universidades (2007: 95-114), pero no parece aportar nada desde nuestro entorno latinoamericano, pues prácticamente se obvia a un pensador tan valioso como el argentino Mario Bunge, que nada tiene qué envidiarle a las 'vacas sagradas' europeas y norteamericanas… ¡Es que no creemos en lo nuestro y, por ende, menos en los nuestros!

Por otra parte, la 'Escuela socio-crítica de Frankfurt' -pero sobre todo en su proyección tan diferente de Jürgen Habermas y K. O. Apel- continúa impactando, y menos mal hay alguien (Mauricio Urrea Carrillo) que nombra a Enrique Dussel con su "Ética de la Liberación en la edad de la Globalización y la exclusión" (1998), y a Raúl Fornet-Betancourt con su 'filosofía intercultural' (dos filósofos nuestros con quienes compartimos de cerca), quien cree que Habermas y Apel son eurocéntricos y adolecen de alteridad. Por otra parte, se percibe la necesidad de un diálogo Ciencia-Teología (Borda-Malo, 2011). Además, se tiene en cuenta el 'Post-estructuralismo' (2007: 139-172), introduciendo un 'nuevo dispositivo' con Jean Francois Lyotard, Michel Foucault, Gilles Deleuze y Felix Guattari y su 'cartografía del deseo' posmoderna (la interminable fluctuación entre saber, poder y subjetividad). Pregunto hasta tornarme molesto: ¿Más de lo Mismo: culto a todo lo foráneo, y más 'ismos' y modas? Habría que darle la razón a nuestro filósofo colombiano de 'Otraparte', Fernando González Ochoa (cercanos a su Cincuentenario, Borda-Malo, 2013) que adolecemos de 'un marcado complejo de bastardez'…

De hecho, el 'Liberalismo' también nos subyuga desde la segunda mitad del siglo XX (2007: 173-210, según el mencionado J. A. Serrano Sánchez) con los ya citados H. Kelsen, J. M. Keynes y M. Friedman, K. Popper, H. Arendt, Isaiah Berlin, Ludwig von Misses, F. A. von Hayek, J. Rawls, R. Nozick, Charles Taylor (con su 'Multiculturalismo'), R. Dworkin ('Igualitarismo político'), Michael Sandel ('Etica ciudadana'), Will Kymlicka (con su 'Filosofía de la Cultura'), y R. Rorty con su 'pragmatismo relativista', Michael Walzer (con su 'Interculturalismo'), Bruce Ackerman (con su 'pluralismo dialógico liberal'), Catherine A. MacKinnon (con su 'Feminismo e igualitarismo de género'), Susan Moller Okin con su libro "Las mujeres en el pensamiento político de Occidente" (1979)… Apenas al final se mencionan algunos 'liberales' latinoamericanos (como si fuéramos 'retardados mentales filosóficos'): José Martí, Benito Juárez, Rafael Núñez, Jorge Eliécer Gaitán, Emiliano Zapata y el Subcomandante Marcos (el de "Las 7 piezas del rompecabezas neoliberal", 1997 / 2007), pero nótese que faltan Víctor Raúl Haya de La Torre, José Carlos Mariátegui, José Ingenieros, Camilo Torres Restrepo (el mal llamado 'cura guerrillero'), Óscar Arias, Ernesto 'Che' Guevara e incluso Fidel Castro, Enrique Dussel y sus "20 tesis de Política (2006)… Nos referimos a sus pensamientos filosóficos rescatables, más allá de sus opciones extremas de violencia con las que no comulgamos… He aquí un buen planteamiento de problema: ¿Por qué siempre y hasta cuándo estaremos importando pensamiento filosófico como si estuviésemos castrados mentalmente?

Como latinoamericanos, se plantea además una apremiante 'Filosofía de la Cultura' (2007: 211-251), pero seguimos infortunadamente creyendo que Gadamer, Mardones y Clifford Geertz nos solucionan los problemas de la interacción 'Humanismo-Cultura' y 'Naturaleza-Espíritu' más que el ibero-mexicano L. Villoro, J. Estermann (con su 'Filosofía andina' desde Bolivia, con su sabio 'Sumak Kawsay' o 'Buen vivir y Convivir indígena', que compartimos recientemente en Bogotá) y el cubano R. Fornet Betancourt. Es preciso darle la razón al mexicano Carlos Pereda con su "Crítica de la razón arrogante" (1999): el eterno problema de nuestra identidad cultural de cara al drama actual del sentido globalizador y uniformador y 'formateador' (léase homogénico y hegemónico) de las Culturas.

Finalmente, el mencionado latinoamericano Raúl Fornet Betancourt nos acaba de problematizar con su 'Filosofía intercultural latinoamericana' (253-265): aquí tienen la palabra -entre muchos más- Andrés Bello, el colombiano Germán Arciniegas, José María Arguedas, José Martí, el Nobel de Literatura mexicano Octavio Paz (1990), Samuel Ramos, Augusto Salazar Bondy, Leopoldo Zea y Pablo Guadarrama…

Proponemos cinco tópicos: Primero: Necesitamos 'des-filosofar' la filosofía, es decir, liberarla de la cárcel en que la mantiene prisionera la todavía vigente hegemonía de la tradición occidental centroeuropea, 'des-monologizarla' (…) Segundo: Romper con el generalizado prejuicio de que la filosofía  es un producto de la monocultura occidental, y 'des-centralizarla' (…) Tercero: Hacer que la filosofía  tenga por fin un presente  ocupándose justo de su presente contextual correspondiente (…) Cuarto: Que ese presente de la filosofía se articule como presencia efectiva de la filosofía en el espacio público de las sociedades y culturas donde se ejerce (…) Quinto y último: Se trata de una empresa de carácter más constructivo que consiste en re-construir el quehacer filosófico a partir de ese profundo mundo que llamamos el mundo de la sabiduría popular, abriéndolo a las tradiciones indígenas y afroamericanas como palabra viva de sujetos y personas con las que hay que aprender y estudiar en común; tal es la dimensión de la utilidad práctica de la transformación intercultural de la filosofía (…) Esta es nuestra contribución a la búsqueda de alternativas concretas a la Globalización del Neoliberalismo, ya que desmantela la ideología imperial que gobierna y manipula ese proceso como mundialización de una forma particular y hegemónica de vida, de economía, de cultura y de 'democracia', y opone a esta ideología una historia pluriversa para una praxis social que responde con la alternativa de un mundo multiverso construido desde abajo como tejido de solidaridad entre culturas que se comunican sin perder su raíz contextual  (R. Fornet, 2007: 261-265, los énfasis son nuestros).

Ahora bien, entonces aún más cabe preguntarse hoy sinceramente: ¿Por qué los europeos -como el vasco Carlos Beorlegui (2004)- continúan historiándonos nuestras raíces filosóficas y proponiéndonos corrientes de Pensamiento Crítico? (Valga contar como anécdota que yo no fui tenido en cuenta en tres ocasiones en que me presenté para un nombramiento como docente de filosofía de planta en la UPTC (universidad pública o estatal en Tunja), presentando un proyecto de Pensamiento Crítico Latinoamericano, no obstante seguir la línea del Doctor cubano Pablo Guadarrama González (Cf. "Humanismo en el Pensamiento latinoamericano", 2002). ¡Eso es muy preocupante, por no decir inadmisible, patético y patológico!

Finalmente, es muy significativa la corriente latinoamericana emergente (un colectivo precursor y pionero del citado 'Altermundialismo' / 2005) que plantea la 'des-colonización' del saber y una filosofía pos-colonial anti-eurocentrista y anti-'USA-centrista', con autores como Edgardo Lander, quien discierne saberes coloniales y eurocéntricos a partir de las Ciencias Sociales; Walter D. Mignolo, que deslinda la colonialidad siempre reencauchada en el horizonte de la Modernidad occidental; Fernando Coronil, quien devela y desenmascara el paso del Eurocentrismo al 'Globocentrismo'; Arturo Escobar plantea la disyuntiva: ¿Globalización o Pos-desarrollo?; el colombiano Santiago Castro-Gómez (el autor de "Crítica de la razón latinoamericana") denuncia la 'violencia epistémica' contrapuesta a la Alteridad u 'Otredad'Alejandro Moreno invita a "superar la exclusión y conquistar la equidad mediante reformas, políticas y capacidades en el ámbito social"; Francisco López Segrera nos convoca a "abrir, im-pensar y redimensionar las Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe, interpelando: ¿Es posible una Ciencia Social no eurocéntrica en nuestra región?"; y Aníbal Quijano desmonta "la Colonialidad del Poder del eurocentrismo en América Latina"… Lo paradójico y doloroso es constatar que varios de estos valiosos pensadores de vanguardia están enseñando en Estados Unidos, tal vez porque impajaritablemente "no son profetas en su tierra"

Modesta pero enérgicamente, también me atrevo a preconizar y postular una "Filosofía de la Noviolencia" sobre la base de una radical "Crítica de la razón violenta", corroborada por connotados autores como el comprometido jesuita Alberto Parra Mora: "Violencia total y Paz real" (2010: 'Violencia sobre el pensar', 155-167, libro que según me contó que le querían vetar en un capítulo como éste), en los muy actuales momentos de los ambiguos aunque necesarios 'Diálogos de Paz' (Gobierno-FARC, La Habana, 2013) y los sueños de 'Pos-conflicto' en Colombia… que no serán nada fáciles so pena de que sean falaces. En todo caso, proponemos una postura filosófica de Resistencia y Resiliencia estilo E. Sábato de hondo calado, pues consideramos que hoy continuamos atacando los efectos ('pacifismo') y no las causas ('noviolencia') de la violencia personal, estructural y social del mundo. Tenemos en cuenta dimensiones prolépticas (intuitivas y sapienciales) del hombre como el Arte y la Teología…

CONCLUSIONES PRAXIOLÓGICAS

- Es dable y plausible constatar -al concluir- que la filosofía ha sido un cúmulo de vaivenes y/o altibajos entre dos polos: idealismo-espiritualismo-subjetivismo (por un lado), y materialismo-objetivismo (toda una curva de pensamiento de cambios pendulares de Paradigmas seculares), permaneciendo lejano un sano realismo integrador, real en pocos recodos y meandros de la andadura humana, y evidenciando así nuestra hipótesis 'ad hoc'': la razón ha sido una avalancha de 'ismos' caníbales que se depredan entre ellos, que hoy reclaman un 'sismo' de cambio radical y comprometedor.
- No pocas veces la filosofía ha caído y se ha reducido a una recurrente tautología de malabarismos 'ideístas', eidéticos e incluso ideológicos, y lingüísticos (jerga o jerigonza esotérica del 'ser-en-sí y 'ser-para-sí', 'fenómeno' y 'nóumeno' de una élite o 'ghetto' intelectualoide) que hacen que una mayoría de personas la defina sarcásticamente como "la pseudo-ciencia con la cual o sin la cual el mundo sigue tal cual"… Un regodeo de ideas inocuas que degeneran en inicuas, ejercicio de elucubración abstrusa y/o especulación -o simple disertación espectacular-, disquisición e inquisición (con todas sus acepciones) frecuentemente solipsistas e incluso narcisistas y egocéntricas, con notorios visos de autismo, en sus dos connotaciones: problemática (patológica) o incluso genial, pero casi siempre desconectadas de la realidad concreta… Por el contrario, podríamos hoy postular una Filosofía que reintegre 'los tres ojos del Conocimiento' y logre resarcir el 'error categorial' y/o Pecado Original cognitivo, mediante una 'Sofo-terapia' totalizante y no parcializadora, que se siga reduciendo a una gimnasia conceptual y cerebral (Lou Marinoff: "Plato not Prozac!" = 'Más Platón y menos prozac', 2001).

- Con demasiada recurrencia también se han presentado muchas falencias y falacias, sofismas de distracción y argucias en la 'Historia de Ideas y Mentalidades filosóficas' en todas las esferas: universal, continental, nacional y regional, desencadenando muchos 'círculos viciosos' de 'razón violenta' y canibalismo ideológico de todos contra todos (prevaleciendo los muy notorios 'egos filosóficos'), y muy pocos 'circulos virtuosos' (realmente aislados) de 'racionalidad noviolenta'… Las más de las veces, ante tantos dolores, atrocidades y monstruosidades humanas, la FILOSOFÍA cínicamente se ha lavado las manos con 'pilatunas y barrabasadas', dando la respuesta más irracional, estúpida e imperdonable a tantos problemas del agónico hombre (hoy el 'Pensamiento Único' y unidimensional del Capitalismo neoliberal globalizado que sacrifica tantas víctimas inocentes): 'De malas', porque no busca Causalidades sino se atiene hoy posmodernamente a 'casualidades'… De ahí la pertinencia de nuestra "Crítica de la razón violenta y Filosofía de la Noviolencia" (Borda-Malo, 2012), y la justipreciación de pensadores testimoniales como el neo-tomista Joseph Jean Lanza del Vasto (1901-1981) y Mahatma Gandhi, poco reconocidos en el ámbito academicista, no obstante su inestimable aporte a la causa del Humanismo contemporáneo con acciones puntuales y praxiológicas como la revolución noviolenta más grande y sin precedentes en la historia humana, y tantas campañas contra la violencia y a favor de la auténtica Paz.
- Urge rescatar e implementar un 'Logos' que armonice por fin el trípode pensamiento-palabra-acción en un todo indisoluble, o la trilogía hermenéutica: comprehensión ('verstehen'), expresión ('ausdruck') y vivencia ('erlebnis'). (Cf. Borda-Malo, 2012: Epistemografía: Filosofía-Literatura con rigor académico.)

- Postulamos entonces una Praxiología filosófica ya delineada (simbiosis de sólida teoría-praxis holística y sinérgica en todas las esferas humanas), que tenga por prioridad la Ética ('protofilosofía' como la intuyó Emmanuel Lévinas) en tiempos de barbarie globalizada (Borda-Malo, 2012: "Ética: un Arte de vivir con plenitud").

- Urge -quizás hoy más que nunca-, 'des-ideologizar y des-fetichizar' una filosofía de alineación y alienación en proliferación de 'ismos' antropofágicos, es decir, pro-vocar un 'sismo' filosófico noviolento que se atreva a reinventar, re-crear y re-fundar -incluso 'malpensar' e 'impensar' la auténtica Filosofía, y que se comprometa -de una vez por todas- a 'trans-formar' y no sólo 'in-formar' sobre la problemática humana.
- En la valiosa, magna y reciente Obra historiográfica filosófica de G. Reale y D. Antíseri (2010-2011) detectamos omisiones que juzgamos desafortunadas: Edgar Morin y su "Pensamiento Complejo" -hoy tan en boga en el ámbito educativo, con Obras como "Ciencia y Conciencia" (intento de respuesta al Pecado Social Capital de la 'Ciencia sin Conciencia' que denunciaba M. Gandhi); asimismo, planteamientos como el 'Metarrealismo' propuesto por el gran filósofo neo-tomista y testigo del siglo XX, Jean Guitton ('Dios y la Ciencia'), que permite contribuir a la convergencia de Ciencia y Teología (1992 / J. F. Revel-M. Ricard, 1998: "El monje y el filósofo: El conocimiento inútil'); Xavier Zubiri, María Zambrano y sus aportes interdisciplinarios a una Filosofía más integral y encarnada en el mundo actual; René Girard y su 'filosofía interdisciplinaria de la violencia' que permea incluso lo sagrado (2005, 2010); Émil M. Cioran, 'un metafísico insobornable de lo imposible' (Fernando Savater: "Ensayo sobre Cioran",1980), y su 'Anti-filosofía' muy respetable y cuestionadora de una filosofía convencional tan desprestigiada, anquilosada e incluso amordazada y mercenaria en el banal 'titulismo' actual (ser doctor y no docto): nos atrevemos a argumentar que hoy hemos virado de una muy criticada y medieval 'ancilla theologiae' a una servil, moderna, posmoderna e incluso ya pos-posmoderna 'ancilla scienciae et technologiae', 'ancilla administrationis et economicus' (M. Horkheimer).
- Es preciso continuar aportando a una Filosofía Latinoamericana, situada y comprometida con nuestra Indoamérica, si bien proyectada a la 'philosophia perennis' universal.
- … Por todas las razones conclusivas precedentes -y si no las implementamos desde hoy mismo-, tendríamos que dar la razón a dos de los más grandes, diamantinos y sinceros pensadores contemporáneos: "Émil Cioran: "¡Adiós a la filosofía!" (='Adieu á la philosophie!')… y Paul Feyerabend: "¡Adiós a la razón!" (= 'Farewell to reason'). 'Dixi! (= '¡He dicho!')…

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[1] Para este Preludio me he fundamentado en la compilación bibliográfica de dos de las mejores Bases de Datos de Colombia: Biblioteca Luis Ángel Arango y Universidad de Los Andes  (Bogotá), actualizadas hasta 2004.
[2] Cf. Enrique Menéndez Ureña. “La Teoría Crítica de la Sociedad de Habermas: La crisis de la sociedad industrializada”. Madrid : Tecnos, 1978.
[3] Nótese que empezamos a usar el vocablo NOVIOLENTO (unido, sin guión), como se está usando actualmente en España a modo de neologismo, evitando la separatividad occidental y marcando diferencia del desvirtuado epíteto ‘pacífico’, con la intención de insistir en la ruptura radical con toda forma de violencia, como premisa ineludible ('sine qua non') de la auténtica Paz.

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